Capitulo XIV

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Sabia que no los encontraría tan rapido como tenía planeado,  entonces me decidi. Fui corriendo hasta mi cuarto, agarre mi tapado de colores grisaseos, mi bolso pequeño donde guardaba las cosas mas importantes y me despeine la trenza que me habia armado hace unos momentos.
Deje la carta sobre mi mesa de luz con la simple intención de que mis padres no se alarmaran al no verme. Tenia todo planeado.
Bajé en busca de Thomas para contarle sobre mi plan en el cual él seria uno de los protagonistas principales.
- ¿ Qué has hecho con la Leila delicada ? - me miro riendose de forma tonta
- Necesito de tu ayuda Thomas -
- ¿ Qué necesita princesa ? - se arrodillo jugando con las normas
- Deja de jugar, tienes que escucharme con atención. - lo mire fijamente a los ojos, era lo que mas me costaba en el mundo.
- Dime... - sabía que él no quería participar de esto.
- Saldre con Peter... - puso su peor cara de enojado - Así que vos vendras conmigo tambien. Deje sobre mi mesa de luz una carta a mis padres diciendo que quería recorrer el pueblo bajo las tenues luces de la noche pero sola no iba a poder salir... por eso tambien escribi que tú te ofreciste a acompañarme. - esperaba una reacción de él pero no estaba pasando nada.
- No puedo. - lo mire atonita.
- ¿ En serio ? ¿Vas a seguir con las estupideces de mi padre tu tambien? -
- No puedo dejarte sola con ese comerciante al que llamas tu amigo. No puedo y no lo hare. -
- ¿ Por qué ? Ademas no estare sola, es una fiesta... - lo agarre del brazo para que me mirara
- Estas muy segura de lo que dices, te felicito. - salio hacia el gran bosque donde me esperaba Peter.
{...}
Yo estaba a su lado caminando a paso firme mientras él miraba con cierta rareza. Su mirada había cambiado y las facciones de su cara estaba mas marcadas. Thomas venía detras mío siguiendo mis pasos con sus ojos y asegurandose del lugar.
- Primera pregunta: ¿ Por qué te disfrazaste de vagabunda ? - hizo una pausa y me dejo hablar.
- Esto es lo más desapercibida que puedo llegar a estar. -
- Con el tapado estabas perfecta. Prosigamos... Segunda pregunta: ¿Por qué viene él con nosotros? - miro detras de su hombro hacia Thomas.
- Gracias a él yo estoy caminando al lado tuyo. Cambia esa cara y relajate por favor. -
- Como usted diga Princesita de papel y diamante. -  uso ese apodo desde que nos conocimos.

{..}
  Ya habiamos pasado todo el verano hablando sobre nuestras vidas y conociendonos lo mejor posible.
  Un día fuimos al puente Maipen, que tenía toda la vista al lago con ese mismo nombre " Lago Maipen: un lago de los principios de la historia de nuestro pueblo." Y Peter me dijo que seriamos amigos por toda la eternidad y que quería que tengamos apodos.
- De ahora en adelante, ademas de llamarte Leila, te dire Princesita de papel y diamante. -
- Estas gracioso hoy... - me reí - ¿Por qué ese apodo?-
- Porque eres tan simple y natural como el papel pero a la vez eres, por presión de madre, delicada y transparente como el diamante. -
- ¿A qué te refieres con transparente? -
- Para mí ya eres como transparente. Te conozco poco pero ya sé como son tus caras cuando te gusta o cuando te disgusta algo, como te ries para ciertas ocasiones y también lo que piensas y como vas a actuar ante todo. -
  Luego de ese día mi nombre fue reemplazado por Princesita de papel y diamante. Un poco largo a mi gusto pero empezaba a gustarme.
{...}

Llegamos al gran salon donde se podian escuchar sonar las guitarras, un piano y algunas trompetas que juntos hacían una gran melodia. El lugar por fuera estaba bastante descuidado, las paredes de madera estaban lastimadas y arruinadas por completo, la puerta era un trozo de madera blanco la cual tenia un cartel que decía " Entrada" y no había señales de que haya alguna ventana.
- Pasa. Deben estar todos esperandonos... - Peter hablo con voz amable
- ¿ Quieres que entre Leila ? - detras mio estaba parado Thomas sin expresion alguna
- No, gracias Thomas. Sé como cuidarme sola. -
- Eres absurda Leila pero como tu digas. Nos vemos luego.- se le dibujo una sonrisa porque había notado mi nerviosismo.
- Princesita de papel y diamante adelante... - mi amigo me hizo seña, con una mano, de que entrara mientras con la otra mano abría la puerta.
Dentro del lugar el olor era asqueroso, una mezcla de alcohol con olor a cuerpo sudado. Los cantos de los hombres mientras agitaban su cerveza y las mujeres que servían platos y mas vasos de cerveza a los diferemtes comerciantes. Tablones largos de madera estaban ocupados por ellos y una barra en una de las esquinas que era atendida por Sara, una de las primas de Peter, que era como una amiga para mí.
- Allí esta Sara. Ve si quieres - señalo a la barra donde yo estaba mirando fijo.
- Pero Peter...- me di vuelta y ya no estaba mas al lado mio. Suspire y fui hacia la barra.
- ¡Leila! ¿ Qué haces tu aqui ? - Sara me abrazo al verme
- Lo mismo me pregunto en este momento. - me reí y le devolvi el abrazo.
- Toma, regalo de la casa. Acostumbrate a estas fiestas rapido o sino mejor no vuelvas a entrar a estos lugares. - una voz masculina al lado mio hablo firmemente.
- Tu eres el padre de Peter ¿cierto? -
- Acertaste - se saludo con un beso en la mejilla.

Tome el vasito numero seis que había pedido en la barra y la musica sono por todo el salon. Los comerciantes estaban alegres y gritaban mientras todo era melodía y bailes. Peter se acerco a mí y me tomo de la mano situándome en el medio de la. Los pasos de todos que tenía a mi alrededor eran muy complicados para mí, que no acostumbró a bailar tan descontroladamente. Mientras mi amigo se reía por mis pasos improvisados, vi detrás de él a Thomas sentado en la barra charlando muy cariñosamente con Sara. Mi cara al igual que mi humor cambiaron de un momento a otro. Me despedí de Peter y le dije que ya era muy tarde para estar fuera de casa.
- Mis padres deben estar muy preocupados, Peter -
-¿A dónde piensas irte? - Peter me sujeto fuerte del brazo, podría decir que ya me estaba doliendo, mirandome fijo.
- ¡Sueltame Peter! Me éstas lastimando idiota. - me irrite y esa palabra salió de mi boca sin poder controlarlo.
-¿Cómo me dijiste? - me pegó a su cuerpo con brutalidad.
- No te reconozco, de verdad,  ¡DEJAME YA! - la mirada de Peter se suavizó y aflojo su mano.
- Perdoname Leila... Vete ahora, no quiero hacerte daño - me empujo suavemente.
Salí llorando de lugar mientras mis zapatos chocaban con los charcos que había formado la lluvia. No me importaba la delicadeza o la limpieza de mi ropa en este momento, la noche había cambiado para mal en pocos minutos. Thomas hablando y casi coqueteando con la prima de Peter y amiga mia, y luego la actitud violenta de mi mejor amigo.


~Leila La Nueva Princesa~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora