Love story?

36

Me fui a la habitación, tomé mi celular y comencé a ver los mensajes me que mandaba con Christian, éramos unos malditos tórtolos, pero lo más gracioso es que él siempre me decía que nunca me iba a olvidar y ahora no recuerda ni quién soy para él.

Estaba en el limbo de mis pensamientos, escuché que la puerta se abrió de golpe por lo que no podía ser Nick, mi mamá me había advertido que me estaban buscando lo que me lleva a pensar que quien abrió la puerta es alguien que me busca o simplemente es alguien que va a robar todo menos mi existencia.

Me puse mis tenis lo más rápido que pude, me iba a ocultar en el armario, pero no era buena idea, bajé las escaleras para ver quién rayos había invadido la casa; me llevé una gran sorpresa al ver a Nick tirado a media sala.

—¡Nick!

Corrí hasta su lado para ver qué tenía, estaba ¿ebrio? No podía creerlo porque él estaba en su trabajo y jamás bebe en esos momentos.

—Nick, ¿tomaste?

—Po... Poco

—Ven, vamos a que se te baje con agua fría

Levanté como pude a Nick, pesaba bastante y me costaba llevarlo arriba para que se le bajara la borrachera. Lo metí a la regadera y toda el agua fría le cayó, a principio me reí por sus expresiones hasta que me jaló y me abrazó, odié el agua helada pero lo que él dijo me hizo cambiar de opinión.

—All, sabes que te amo y aunque sé que tu corazón siempre le va a pertenecer a Chris quiero que lo sepas porque como te dije antes, siempre estaré para ti, para protegerte...

—Nick...

—No digas nada, deja que las cosas se queden así

—Pero...

—Sólo debía decirlo

—Sabes que no puedo corresponderte

—Sí, pero eso no quita que pueda decirlo

—Bien, vamos a secarnos

—Gracias All

—¿De nada?

Salimos de la regadera, comencé a temblar como perro de tablero y Nick comenzó a reír, eso me reconfortó un poco pero no al cien como deseaba. Fui a mi habitación para cambiarme de ropa, después bajé con Nick a la sala para ver películas y llenar el hueco que se estaba formando entre nosotros.

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Bendito día, primero olvido las llaves y segundo empieza a llover cuando salgo más primaveral que otra cosa. Caminé en la lluvia y para mi mala suerte todos los locales estaban cerrados, bueno contando que era domingo era más que obvio.

Accidentalmente choqué con una persona, alcé mi vista para ver quién era, mi gran sorpresa fue que era Scott, me puse nerviosa y tenía miedo. Busqué con la mirada alternativas para escapar, pero no las hallaba, estaba atrapada en su juego.

—Vamos a caminar princesa

—No

—Camina o te obligo

—No caminaré y no puedes obligarme

—¿Quieres comprobarlo?

—Gritaré

—¿Segura?

—Sí

Me iba a dar una bofetada cuando una mano lo detuvo, me sentí protegida, pero a la vez no podía saber quién era hasta que giré y me encontré a Josh.