II

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Cuando por fin Ryuichiro salió de su transe, corrió tan rápido como pudo hasta que logró alcanzar al pequeño. Lo sujeto del brazo y le dio vuelta.

-Tu tampoco me dices con quien debo estar - se inclinó para quedar frente a frente

-Has lo que te de la gana - Luca desvió la mirada

-Pues caminemos -  jalo de nuevo a Luca del hombro

-Oye ... puedo caminar solo - agregó

-Soltó el hombro del pequeño y ambos continuaron caminando - ¿Puedo preguntarte algo?

-Ya estás preguntando - levantó una ceja

-Ja ja ja - rio con sarcasmo

-Bueno, ¿vas a preguntar? -

-Ah cierto - rasco su nuca - bueno ... eso ¿te duele? -hizo referencia a los cortes - se que ahora te duele mucho pero cuando lo hiciste, ¿te dolió? -

-Al principio dolía pero ya no - se encogió de hombros

-Si te duelen tanto, ¿por qué lo haces? -

-¿Nunca has escuchado que el dolor físico sustituye al dolor emocional? - subió la mirada para fijarla sobre su alto compañero

-Pues, lo acabo de escuchar- le devolvió la mirada

-¿Algo más?-

-Más nada- le sonrió con honestidad, esas sonrisas muy pocos las ven.

Luca ante tal gesto quedó paralizado, esa sonrisa pura y llena de honestidad abrió esa herida que parecía estar cerrada. Su rostro se empapo de lágrimas casi al instante, agachó el rostro, apretó los puños y empezó a correr por el largo pasillo.
Ryuichiro quedó en un shock,muy asombrado. Sin saber que hacer comenzó una persecución, corrió tras Luca y cuando lo tuvo cerca lo jalo del hombro para darle vuelta y al hacerlo encontró una desagradable sorpresa.
Luca lloraba sin consuelo, lágrimas resbalan desde sus ojos, recorren sus mejillas y pasan por su mentón y se perdían en su cuello.
Lo abrazó dejando su rostro en su pecho, acarició su cabello y lo dejó llorar.

Una Luz En Mi Oscuridad. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora