No podía sentirse peor, era abrumador el sentimiento de culpa y no podía sentirse más asqueroso ... estaba dispuesto a poner ambas mejillas y dejarse golpear hasta la muerte pero aún así, no dejaría de sentirse tan mal hasta que de la misma boca rosada un pálida del pequeño saliera un: "acepto tus disculpas", con sinceridad.
A la mañana siguiente ya tenía la disculpa perfecta pero al pasar las horas Luca no aparecía, no estaba agazapado como un pequeño animal en su asiento como de constumbre porque ni siquiera estaba. Al salir de clases no perdió el tiempo y en ese preciso momento todo le valía mierda, fui sin pensar en nada hasta la casa del pequeño y al estar frente a ella se acorbado pues nunca había estado tan cerca de ella, era gigante o mejor dicho, era una mansión. Por fuera tenía un aspecto pulcro y refinado, de familia millonaria; pero ahí vivía el diablo. A pasos lentos se acercó a la puerta e hizo sonar el timbre, el cual era una melodía relajante.
Un sonido característico de tacones se acercó con lentitud a la puerta y al abrirlo se pudo ver a una mujer alta -por los tacones- cabello corto rubio -teñido- rechoncha, de grandes senos y con una vestimenta muy elegante para estar en casa.-¿Quién eres y qué quieres?- preguntó la mujer observando de pies a cabeza al chico frente a él
-Soy compañero de Luca y como no fue ... pensé en venir a traerle las clases de hoy- habló sin rodeos, su objetivo era Luca y solo Luca
-El no está- y luego de decir eso trato de cerrar la puerta pero la mano del rubio fue un impedimento en su misión
-Y ... ¿puede decirme dónde está?-la preocupación estaba más que clara en su voz
-No- como pudo, quitó la mano del menor y logró cerrar la puerta
Si antes estaba apenado ahora estaba molesto, a nadie se le hace eso. A nadie se le cierra la puerta en la cara de esa manera tan descortes y como ya no había más nada dentro de sus campo de posibilidades, se fue a casa.
Una semana, dos semanas, casi tres semana y al fin, Luca regresó a la escuela. Nadie se preocupó por el pero a diferencia de los demás, Ryuichiro iba todos los días a su casa y a pesar de recibir la misma respuesta siempre estaba ahí luego de salir de clases. Cuando el pequeño regreso trato de disculparse, trato de compartir más tiempo con él pero regresó más decidido que nunca y olímpicamente evitaba al rubio que moría por dentro de solo ver como el menor se daba media vuelta y huía de solor verlo.
Esa mañana espero a que saliera de su casa y lo persiguió hasta la escuela, le rogo que hablaran pero el pequeño se mantia reacio y firme pero el blondo era más perseverante.-Luca, tenemos que hablar- chillo el rubii
-¿Por qué tendríamos que hacerlo?- farfulló sin detener su andar
-Por favor- ya era como en centésimo "por favor" que decía en el día
-Ya me tienes cansado, habla ya- se detuvo y dio media vuelta para encararlo
El mayor iba a hablar pero ver ese rostro, esos ojos ansiosos de amor y ese pequeño y dócil cuerpo lo dejo hipnotizado. Es que Luca es toda una belleza pero solo el rubio se ha dado cuenta de ello y cada día perdía un poco más de autocontrol, estaba enloqueciendo por ese niño.
-Ryuichiro, ¿vas a hablar?- esa sutil voz lo hizo despertar de su ensimismamiento
-¡Ah si!- recobró la voz- yo ... yo quiero saber ¿por qué faltaste a clases?- se acercó un poco más al pequeño, quería sentirlo cerca luego de tanto tiempo
-¿Eso? ... - sus voz se extinguió - yo ... - buscaba la manera de escapar con una mentira pero debido a que no sabía socializar las mentiras para él eran cosa de otro planeta, no sabía mentir por mucho que se esforzara además que nunca tuvo la necesidad de hacerlo hasta ahora- estaba en el hospital- y tras decir eso, dio media vuelta e intentó escapar pero el rubio fue más rápido
-¿Por qué estabas en el hospital? -
-¿Por qué? ... no es tu problema - con eso creyó liberarse del problema pero un hombre enamorado es capaz de todo
-Luca, por favor-
-Estaba en el hospital por ... por intento de suicidio - aquello le congeló la sangre
Detalló el cuerpo del menor, cubierto por un amplio camisón de color morado, una licra señida a sus escualidas piernas de color negro y por último las misma botas del primer día. Sus brazos se encontraban cubiertos por las mangas de la camisa y esos brazos eran todo un paradigma, un enigma que no quería ser descubierto.
Se tomó la atribución de subir la manga izquierda y su antebrazo se encontraba vendado, quedó paralizado al instante y dejó la tela caer.-Luca ...-
-... es mi cuerpo, no es tu problema-
-Me importas mucho, más de lo que imaginas- escindió entre sus brazos al pequeño que se exalto por acto
-Tanto te importo que me hiciste a un lado- ahora parecía una discusión de novios
-Luca perdóname, sabes cuanto insistí y todo el tiempo que estuve tras de ti esperando un poco de atención pero fuiste tu mismo quien me alejó- musitó con la vista al suelo
-Yo ... yo no quería que te acercaras - confesó
-¿Por qué? -eso que dijo su niño lo desconcerto en su totalidad
-Yo ... -pasó saliva- yo creo que - estar en brazos de ese hombre le arrebato toda fuerza de su cuerpo, no podía huir - tu me gustas - murmuró bajo con la intención de que Ryuichiro no lo escuchara cosa que ni logró
Primero un fuerte grito y luegi carcajadas pobladas de felicidad salian de la boca del mayor, aquello había sido como subir al cielo y flotar entre las nubes. Apretó más el cuerpo del pequeño quien estaba abochornado y sonrojado.
-Nunca había estado tan felíz-beso su frente. Separó el pequeño cuerpo del suyo y entrelazo los dedos de sus manos - Gracias Luca - juntó ambas frentes y poco a poco se acercó a los labios del más bajo
-No- se apartó -Tú mereces algo mejor, por favor olvida lo que dije- intentó alejar las manos pero ese calor era adictivo
-No hay nadie mejor que tú, Luca. - afirmó el agarre sobre las manos de las pequeñas- Mirame a los ojos - el moreno obedeció- Te amo - confesó- te amo como nunca he amado a nadie y haré hasta lo imposible por hacerte felíz-
Separó una mano para tomar su mentón, se acercó con mucha lentitud para no alarmar al niño y sus labios chocaron con suavidad pero un movimiento brusco lo alejó.
-Ryuichiro ... no- bajó la mirada -No puedes tocar a alguien como yo, alguien que está sucio - se abrazó a si mismo y luego cerrar los ojos su cuerpo empezó a temblar, había un terremoto de 10 en la escala Richter.
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Una Luz En Mi Oscuridad.
RomanceLuego de tanta penumbre, una luz ... una luz aparece. Temática: Gay, romance, enfermedades psiquiátricas (depresión), escenas eróticas.