- Te traje ropa.- extendió el brazo y se lo entregó.- tómalo como un regalo.
Frunciendo el ceño, _____ cogió las bolsas.
- ¿Cómo estás tan seguro de cual es mi talla?
Harry cruzó los brazos sobre su pecho, mientras la miraba desafiante.
- Eres de talla mediana. Prefieres usar pantalones antes que un vestido, aun que tienes una pequeña debilidad por vestidos de preferencia que sean ajustados. Te encanta usar los zapatos con tacones, aunque a veces prefieres usar unos cómodos converse o mocasines. Tienes una ligera obsesión por los anillos, y te gusta coleccionarlos cada vez que vas de viaje. Te encanta usar pinta-labios color rojo aun que no te gusta maquillarte tanto ya que piensas que cualquier mujer se ve hermosa sin el. Tu color favorito es el rojo y amas usar todo tipo de ropa que lleve ese color... en especial vestidos.
_____ entreabrió la boca. Era demasiada la información que sabía él de ella.
- ¿Cómo sabes todo eso?
- De algo me han servido las noches que me he quedado afuera de tu casa, observándote desde la ventana mientras te cambiabas de ropa, nena.
_____ no se sorprendió. Viniendo de parte de él, todo era posible. Ahora entendía la razón por la cual en las noches se sentía observada desde su habitación.
- ¿Dónde conseguiste la ropa?
- La compré. Pensé en pasar por tu casa a sacarte un poco de ropa, pero estaba repleto de policías.- dijo simplemente.
Los ojos de _____ se iluminaron con un brillo de esperanza, que Harry notó. Eso significaba que la estaban buscando.
- ¿De verdad?
- Si, ahora ve y pruébate la ropa que te compré y dime si te gustó.
_____ obedeció y se giró para subir las escaleras, mientras sostenía a Marley de un brazo y las bolsas del otro. Dejó al perrito encima de la cama y las bolsas a un lado. Buscando una posición cómoda para acostarse, Marley caminó en círculos sobre la cama y se acostó. Después de una ducha rápida, _____ volvió hacia su habitación envuelta en una toalla y vació el contenido de las bolsas sobre la cama, encontrándose con unos cuantos pantalones, camisas, vestidos, lindos zapatos y zapatillas. Había ropa suficiente como para estar ahí más de 3 meses mes. Y como si fuera poco, _____ se fijó en las cajas de Victoria Secrets que habían quedado al interior de las bolsas y su boca se abrió en una pequeña “o” al encontrarse con un conjunto negro de lencería atrevida. Harry le había comprado unas cuantas braguitas y sostenes más, pero nada era comparado como aquel conjunto.
- Uhm… No estoy segura- dijo ella, mirándose al espejo de cuerpo completo, inseguridad se podía distinguir en sus ojos. El perrito solo se limitaba a observarla, aun acostado sobre la cama mientras se divertía mordiendo una pelota de béisbol que _____ le paso al encontrarla por ahí.
Resultaba muy erótico saber de que Harry deslizó sus manos sobre la tela de la tanga que ahora descansaba íntimamente en su entre pierna, al igual con el sostén que ahora cubrían sus pechos. Cada vez que pensaba en eso, un escalofrío le recorría por la espalda y era imposible evitar que sus pezones se endurecieran ante el pensamiento. Se miró ahora de perfil en el espejo. Se sentía increíblemente femenina con ese conjunto puesto, que le queda a la perfección, solo que ella no lo notaba.
- Bueno, veamos que tenemos por aquí.- cogió un lindo vestido color terciopelo y se lo colocó.
El vestido se adaptó perfectamente a sus piernas, ajustados, tal cual como a ella les gusta haciendo que pareciera tener unas caderas mas anchas y su trasero mas grande y redondo. Terminó de vestirse y se coloco unas lindas sandalias bajas casi del mismo color que el lindo vestido que Harry le compro. Se quedó observando con miedo e inseguridad, no se había sentido tan femenina desde hace años.
- ¿Cómo me veo?- dijo ella girándose para ver a Marley.-
El perrito ladeó la cabeza y como si le entendiera, ladró en signo de aprobación. _____ sonrío y se sentó en la cama a su lado, lo tomo y lo acostó sobre sus piernas. Mientras acariciaba a Marley, miró hacia el exterior por la ventana y pensó lo maravilloso que sería poder salir y lucir su nueva ropa por las calles de la ciudad. Aunque en el fondo, sabía que eso seria imposible y la única persona que la podría ver así seria Harry.
***
_____ bajó a Marley de sus piernas y salió de la habitación. Al bajar las escaleras, se encontró con Harry quien caminaba de un lado para otro buscando algo, tal vez.
- ¿Buscas algo?- preguntó ella.
- Si.- dijo, ahora buscando de bajo del sillón.- ¿Haz visto mi pelota de béisbol?- preguntó sin voltearse a verla.
Ella cerró y abrió los ojos lentamente mientras maldijo por lo bajo. Marley.
- ¿Te refieres a una pelota blanca lo suficientemente atractiva para un cachorro?- dijo ingenua y soltó una risanerviosa.
Harry se detuvo al seco y lentamente, se giró. Apretó los puños y a paso pesado se le acercó. _____ tuvo el instinto de salir corriendo, pero no lo hizo. Alzó la barbilla y lo vio a los ojos temerosa, mientras que Harry la miraba serio, sin ninguna pizca de gracia.
- Exactamente de esa pelota es de la que estoy hablando, ¿Y bien? ¿Dónde esta?
- Eh… yo, pues….- tragó saliva.- la encontré y se la pase a Marley para que jugara… pero juro no volver a hacerlo.- dijo rápido cuando vio a Harry apretar la mandíbula, obviamente, enfadado.
- No toques mis cosas. Si quieres que tu perro juegue con algo, dime y te lo comprare.- le dijo con suavidad, pero a la misma vez firme.
Ella solo asintió sonrojada. Observó detrás del hombro de Harry a Marley bajar las escaleras con su típico trote mientras sostenía la pelota de béisbol de Harry en su boca. Paso por al lado de él, y se detuvo al frente de _____ donde se sentó y soltó la pelota, dándole a entender que quería salir a jugar.
- Mi pelota de béisbol….- musitó Harry y se agachó para recogerla. La pelota estaba mordisqueada, maltratada y húmeda por la saliva de Marley.
- Lo siento.- murmuro ella.-
- Da igual. Tómala si quieres, ya no me sirve.- le entregó la pelota con un gruñido ahogado.
- No volverá a suceder….- le prometió.- oh, gracias por la ropa.
Harry sonrió mostrando sus hoyuelos en una pícara sonrisa. La miró de pies a cabeza, y al instante se le paso la rabia. La ropa le quedaba de lujo, más de lo que pudo haberla imaginado en su mente cuando la compró.
- ¿Y el conjunto? ¿Te gustó?
La chica de azules ojos se sonrojo.
- Uhm, está bonito.- dijo, esquivando su mirada.- ¿Me dejas salir al jardín a jugar un rato con Marley?- preguntó cambiando bruscamente de tema.
Harry asintió, y sin quitarle los ojos de encima, vio a _____ girarse y caminar junto con Marley hacia el jardín. Harry centró sus ojos en su trasero. Madre mía, pero que buena estaba… el sensual contoneo que hacia con sus caderas al caminar, podría ser el movimiento mas erótico que haya visto jamás. Y aquel vestido, le quedaba de maravilla, pronunciando su lindo trasero, esculpido y levantado, tal cual como a él le gusta.
Solo cuando _____ salio al jardín, Harry se movió y recordó, demasiado tarde, que debió haberse comprado unos pantalones anchos. Caminó y subió las escaleras para encerrarse en su cuarto. Encendió la televisión, para tratar de distraerse un poco, pero sus pensamientos solamente estaban concentrados en la atractiva mujer que se encontraba afuera en su jardín. Se levantó y observó desde su ventana hacia el jardín, en donde podía ver a _____ . Ella estaba sentada en el pequeño banquillo, su hermoso y pálido rostro, sus largas piernas, su largo cabello castaño. Ella era sexy y encantadora en todos los aspectos que el podía imaginar. ____ observaba como Marley jugaba con su cola, dejo escapar una pequeña risa mostrando sus hoyuelos los cuales a Harry lo dejaron hasta las nubes. Era simplemente hermosa.
Le dolían los labios por el deseo de besarla y las manos por la necesidad de acariciar su cuerpo, como en tantas noches había fantaseado. Pero tenia que esperar si quería que todo resultara como el quería… y así una vez por todas, lograr reclamarla como suya en cuerpo, corazón y alma.
Aunque le resultaba difícil el poder esperar teniendo a tan estupenda mujer metida en su casa.
Tenía que hacer algo para poder hacerle el amor lo antes posible.