Capítulo 7:El recuento de los daños

4K 369 100
                                    



Bueno, recuerdan que les deje una advertencia, no, pues se las recuerdo, antes de empezar a leer sigan estas indicaciones.

1.-Busquen un lugar solitario, oscuro y cómodo

2.- Comiencen su lectura, pueden si lo desean traer un frasco para la baba.

3.- Ahora dejen el frasco babeado, es hora de agarrar la caja de klenek.

4.- Muy bien para este paso ya pueden destapar el bote de helado, si no tienen el chocolate igual funciona.

Ahora si comiencen a leer. 



El recuento de los daños,
del holocausto de tu amor...
son incalculables e irreparables,
hay demasiada destrucción...
lágrimas que no consiguen,
apagar el fuego que hay en mi,
hay ilusiones muertas por doquiera,
sólo quedan ruinas de mi...
En el recuento de los daños
del terrible choque en entre los dos...
del firme impacto de tus manos,
no sobrevivió mi precaución...
En el recuento de los daños,
me sales debiendo tantísimo amor,
que no puedo creer lo que escuche,
como puedes decir que te olvidaré?
Coro:
oooh no! no, no, no,
no, no puedo reponerme,
de ese beso que me subio al cielo,
que es el mismo
que ahora me unde en el infierno,
oooh no, oooh no!
Oooh no! no, no, no,
no, no puedo reponerme,
de tu forma tan cruel de abrazarme,
si sabías que no ibas a amarme
qué ganabas?
qué ganabas?
con besarme.
En el recuento de los daños
lo material todo te lo perdí,
perdí mi casa y mis amigas,
todo lo mio te lo dí.
Entre los desaparecidos:
mi resistencia y mi voluntad,
y hay algo mutilado que he pensado
que tal vez era mi dignidad...
Coro


Desde que era niño miraba a su hermano mayor con admiración, pero este casi nunca tenía tiempo para él, pues estaba ocupado aprendiendo las miles de lecciones para ser un correcto soberano al llegar a la adultez. Aun así, era amable y protector con él, cosa que agradaba a su madre Freya, pero que parecía molestar a su padre Odín, por lo débil que era.

Al llegar a la adolescencia su hermano Thor, era fuerte, valiente y encantador, tenía cientos de amigos y muchas chicas siguiéndole, mientras que él se pasaba el tiempo en los jardines o en la biblioteca estudiando, aprendiendo magia con su madre y a veces cuando nadie le veía, entrenaba un poco en secreto formas de combate.

Él sabía que por su condición de omega, era sobreprotegido por Freya y suponía que esa era la causa de que su padre le mirara con decepción cuando le veía.

Tenía un único amigo, aunque no lo veía tanto como quería por la distancia, ya que este era el príncipe de Alfheim, el chico era un alfa, pero era amable y bondadoso, muy dulce y culto. Tenía un cabello rubio claro y los ojos azules más hermosos del mundo. Freya lo miraba con amor maternal y estaba más que de acuerdo con esa amistad. Quizá soñando que en un futuro ellos se enlazaran, pero las cosas no siempre son como uno lo planea o no del todo.

Los años pasaron y el joven Loki, se sumió en una profunda tristeza que sólo fue notada por su madre y por su mejor amigo. El chico revelo a este la causa. Tenía mal de amores, pero no sólo eso. También se sentía culpable, sucio y enfermo, porque se había enamorado tan pronto de su hermano Thor.

Balder, su mejor amigo, no le juzgo, por el contrario, le consoló y aconsejo. Cierta tarde el joven se atrevió a contarle a su madre su secreto, temiendo ver el asco y el odio en su rostro, ya preparado para dejar el castillo en respuesta a su rechazo. Pero Freya, le miro con ternura y le sonrió.

SoulmateDonde viven las historias. Descúbrelo ahora