Capítulo 4:Un amigo, una esperanza

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CANCIÓN DEL AÑO DEL CALDO QUE LE GUSTA MUCHO A MI MAMÁ, PERO QUEDA PERFECTO.

El amigo es,
esa persona que te ayudara
Que no te mentira, que no te adulara
Y aunque le cueste lágrimas siempre será verdad
Te escuchara y ahí estará
Por lo que pudieras necesitar
Un hombro en quien llorar y si hay que celebrar,
es cascabel para tu fiesta

"El amigo es más que un porque es ganar, es amar
El silencio que se llena con la música
Es un beso en el corazón
El amigo es más que un porque es ganar, es hallar
Es el faro que te guía en la oscuridad para nunca verte naufragar"

El amigo es, una persona inquieta como tú
Que nunca dudara, no te abandonara,
Cuando te invada la tristeza y la soledad
Te entenderá, te enseñara los mil caminos de la libertad
Tu mano estrechara, un gusto de verdad
Un buen amigo hay que cuidarlo

"El amigo es más que un porque es ganar, es amar
El silencio que se llena con la música
Es un beso en el corazón
El amigo es más que un porque es ganar, es hallar
Es el faro que te guía en la oscuridad para nunca verte naufragar"

El amigo es, lo más preciado de una compañía
El té convencerá a no dudar jamás
y con su apoyo los más grandes sueños lograras.
Te buscara te animará para que luches por tu ideal
Te alentara a correr, te lanzara a vencer
Un buen amigo hay que gozarlo...



Su aislamiento no era bueno ni malo, tampoco podía decir que fuera total, estaba solo salvo por la compañía de las pequeñas mascotas que había adquirido, un perrito chihuahua al que llamo Tesla y un gato siamés, llamado Nobel. Además de esos pequeños, tenía conversaciones telefónicas con Visión y Rhodey, cada determinado tiempo y claro también con el mocoso arácnido que siempre le hacía llegar sus altas notas y agradecimientos, por la beca obtenida.

El chico se mantenía aun en el anonimato, pero había firmado los acuerdos como Spider Man, sin revelar su identidad secreta, cosa que hizo rabiar a Ross. Sabía también que aún no localizaban a los ex vengadores y eso le hacía feliz, a pesar de todo, él no les deseaba mal y esa asquerosa prisión, no era para meter a gente buena, que había salvado innumerables vidas.

Sí había habido daños colaterales, pero eso era desafortunadamente normal.

Tomo un vaso de agua fresca y toco su vientre. Su bebé crecía sano, fuerte y grande, bastante a juzgar por su abultado abdomen. Sólo tenía cuatro meses, pero parecía de cinco o seis, estaba redondo, aunque eso no le molestaba. Igual no había por allí nadie que le viera y sus mascotas, no iban a juzgarle si se ponía gordo.

Sólo lamentaba no tener a Steve, a su lado. Eso no era justo, en todas sus fantasías ellos habían hablado sobre tener una criatura y Steve, había prometido estar a su lado en todo.

Aquella noche cuando terminaron de hacer el amor, Tony le pregunto:

— ¿Amor, te gustaría ser padre?

Steve, casi se había caído de la cama del susto.

— ¿Estas embarazado? —Grito asombrado el rubio.

Tony, sonrió y le calmo.

—No, no, aun no, yo uso supresores, ya sabes y anticonceptivos, pero estaba pensando que, si tu quisieras, tal vez podría dejar de tomarlos.

Tony se sonrojo y bajo la mirada así que el Capitán se acercó más a él y le abrazo con ternura. Beso su mejilla y susurro en su oído.

—Me encantaría ser padre, quiero tener un hijo contigo Tony, pero tú aun no dices a nadie que eres un omega ¿estás listo para revelarlo?

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