Capitulo3.-Confusiones.

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Pero claro no pasó nada, no permitiría que él abusara de la situación.

 Abrí mis ojos o bueno eso trataba, la cabeza me estallaba creo que necesitaba una aspirina lo más urgente posible. Al bajar a desayunar se encontraba mi hermana.

--Hermanita baya que te ves terrible.- me expresó burlándose de mi estado, ella me dio un brebaje de dudosa procedencia, era realmente asqueroso pero bueno no me quejo valió la pena.

--Fue una noche realmente larga,  pero muy divertida ¿por cierto nuestros padres? - le contesté sonriente y a la vez muy curiosa.

Salieron dijeron que irían con el tío Ronald y la tía Julieta a jugar tenis.- me respondió

–Hermanita salgamos vamos al cine o a comer algo ¿quieres? -le dije divertida.

--si me invitas por su puesto.-solo me reí ella con sus chistes.

 Y  bueno se convirtió en el día de hermanas.

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Lunes, mi papá me llevó al colegio y no lo negaré estaba nerviosa sé que llegaría  y saludaría con todos pero ¿Emilio? ¿Cómo lo saludaría? ¿Qué pasaría? Preguntas quizás simples pero para mí tan confusas.

¡Mierda! Llegó al mismo tiempo que yo ¿¿Por qué mierda me pasa esto a mí?? El actuo como si esa noche no pasó nada.

--Isabella ¿Cómo estás? discúlpame… por todo lo que paso el sábado creo que el trago y otras sustancias extrañas hizo que actuara  así, pero déjame decirte que estabas realmente hermosa.-me expresó muy coqueto, que se cree el imbécil ¿Qué todo es un chiste?.

Al instante que le respondería llegó Federico, ¡Gracias! Me salvo de esta.

--Mis muchachos ¿Cómo van? Veo que ya se están llevando muy bien.-nos expresó sonriente.

--¡Federicooo! -al gritar su nombre le jale los dos cachetes era inevitable.

Entonces nos dirigimos cada uno a cada curso al subir al edificio, Emilio el cual tenía clases en el otro edificio me guiño el ojo muy coqueto, creo que me sonrojé ¡qué idiota!

Al terminar el colegio me dirigí a casa tratando de descansar de este día tan pesado, me quede dormida cuando de repente ya pasaron dos horas, empezó a sonar mi celular era un número desconocido.

--Hola Isabella será ¿qué podemos salir hoy?-Era Emilio imposible no reconocer su voz.

--Está bien Emilia.- Le respondí riéndome, el empezó a reír.

--¡Genial! Paso por ti en diez minutos.-el colgó, Mierda tenía que quitar esta cara de enferma lo más pronto posible.

Me arreglé, creo que me veía bien pedí permiso a Mamá y Salí, él ya se encontraba ahí el muy tonto estaba en la puerta de mi casa sin decirme nada tomó mi mamo y me embarco en la parte delantera de su auto, nos dirigimos a Turnne’s.

--Espérame aquí ¿sí?-se bajó del auto y me miro él sonrió.-por mi parte lo mire confusa.

Él regreso con dos fundas enormes pero no se demoró  nada, acaso el ya planeo ¿esto?, el encendió el auto.

--Isabella ¿te gusta la naturaleza?-Me preguntó sonriente.

--¡Pues sí! Creo que si me encuentro con ella y ciento tanta tranquilidad.-le respondí curiosa el solo sonrió.

De pronto me llevo a un parque que jamás eh visto pero era realmente hermoso.

--Llegamos Isabella ven conmigo.-me expresó con una mirada tan dulce, enseguida me baje de su auto y lo seguí, pues este parque tenía una vista realmente hermosa hacia la ciudad no lo negaré era perfecto.

Dos o TresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora