Capitulo4.-Vaya noticia.

100 8 0
                                    

Era mi hermana mientras la miraba ella empezaba a salir.- te has pasado cabeza weca! ¿Cómo es que te escapaste de casa? - Me preguntó seria pues no sabía que decirle… de repente me dijo al oído- me debes ¡una!  Ella entro de nuevo a casa por la puerta trasera con Alexandria ya que ella moría de sueño, mientras que Emilio me jalo a la casita del árbol que había en mi casa y los chicos se fueron a seguir tomando esa botella de tequila en el auto de bruno.

- tengo varios recuerdos de niña, siempre me caía al bajar de esta puta casita del árbol.-le conté a Emilio, el empezó a burlarse.

-¿qué tenías dos pies izquierdos? - burlándose -pues es que…-¡Isabella! ¡¡¡Que es eso!!! -él  no me dejó terminar de contarle mi tragedia de inmediato pegó su frente con la mía, sin darme cuenta sentí sus labios con los míos. Respondí a su insinuación de besarme Sentía mariposas en mi estómago, ¡sí¡ que cursi pero es la verdad este beso se volvía hermoso.

De repente reaccioné y me alejé, creo que pudo ver mi cara bastante sorprendida… él tomó mi mano y me abrazo.-Isabella, esta madrugada se volvió una de las mejores.-me miró directo a los ojos sonriendo.-y esta vez te hablo con el corazón.- ¡mierda! Creo que me sonroje más de lo debido así que baje la mirada.

--¡Isabella!, ¡Emilio! Ya salgan de ahí ya es tarde.-nos gritó Bruno. Al salir de la casita del árbol nos resbalamos y caímos al piso, maldito bruno creo que casi se orina de la risa, Emilio se levantó y me ayudo a pararme los dos se reían como desquiciados cuando Emilio se acercó y me quito unas cuantas ramas de la cabeza, al caminar silenciosamente al auto de Bruno vimos a Israel dormido en la parte trasera con la boca abierta y babeando no pudimos evitar reír más.

--Emilio ya es hora de ir, ya casi son las cinco de la mañana.-dijo Bruno bastante cansado.-Sí ya me despido y nos vamos.-Emilio se despidió de mí con un ligero beso en los labios, mientras Bruno se despedía se embarcaba a su auto.-te quiero Isabella Harper.-me dijo  Emilio con una voz tan dulce, vaya que me sonroje. Emilio se embarcó al auto mientras que Bruno encendió el motor y se fueron, al entrar a casa silenciosamente me asuste, estaba mi mamá sentada en el sofá.

A la ¡¡¡¡Mierda!!!!

--Tienes exactamente cinco minutos para dar una explicación.-Me manifestó mi mamá realmente enojada, al escuchar esas palabras creo que todo el licor que tome se esfumo y volví a la realidad.-Antes de dar tu explicación ¡estas castigada! -Pasaron varios minutos de silencio. Y yo seguía congelada no sabía que decir.

--Bueno como veo que no dirás nada… dirígete a tu habitación.- ¡Mierda valla que se enojó!- ¡ah! Por cierto este tema no se acabó aquí Isabella Vitoria.- ¿enserio era necesario decir mi segundo nombre? Joder.

Al entrar a mi dormitorio miré a Alexandria tan dormida boca abierta y cerré la puerta, comencé a reír  sin parar.-  ¡Qué¡ ¡QUÉ!! - se despertó asustada.- oye ¡¡puta de mierda!! -Me dijo sonriente botándome las almohadas por doquier.

--¡¡¡YA!!! Por favor… durmamos que muero de sueño.- le dije bastante cansada.

 ---*---

 Al despertar desayunamos y Alexandria se fue, después hablé con mamá. Le explique cómo fueron las cosas ella me comprendió, al fin era mi gran amiga  pero no está de más decir que seguía castigada.

Dos o TresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora