Cuarto Dia
*Parte 2
- Mi padre no tiene por que saber de esto. – murmuró Abby terminando de quitarse la venda de la cabeza. – Dios, mi pelo… - cogió el resto de unos mechones castaños que habían caído en su regazo. – Vaya pu.ta mier.da.
- Esa boquita. – dijo Niall encendiendo el coche – Y yo creo que tu padre si debería saber de esto. Por algo es eso… tu padre.
- No, ya tiene suficiente con todo lo que está pasando para que le diga que tendré que ir a quimio. – Abby empezó a llorar de nuevo. – Joder, Niall, a quimioterapia, me quedaré sin pelo… - se cogió su larga melena con las manos, como si la recogiera en una coleta. – Mírame, estoy hecha un asco, puto tumor…
- Abby, ya basta, no digas más palabrotas, esto no queda bien en ti.
- ¿Y qué más da? Por lo que me queda, ¿Qué más da todo? ¿No me estás oyendo? Aun no se qué vuelves a hacer conmigo, si doy asco.
Niall paró el coche en seco y se abalanzó a Abby, acorralándola contra la puerta interna de su coche.
- No vuelvas a decir eso, ¿me oyes? Tú… tú eres perfecta. – beso sus labios, tan tiernamente que Abby pensó que iba a morir en aquel indescriptible beso. – Eres preciosa, ¿Es que a caso eres tú la que no me escucha? Te amo, te amaré siempre, pase lo que pase, estés como estés. Solo… solo tengo ojos para ti, Abby. – apartó una lagrima del parpado inferior de Abby.
Alguien pitó. Una carcajada de ella resonó con alegría en el interior de la mente de Niall.
Eso hizo que él también sonriera.
- Será mejor que emprendas otra vez, hay alguien molestó allí a fuera.
- Que se esperen. – Niall volvió a besarla. Ella lo apartó.
- Venga…
Niall se sentó de nuevo a su asiento, de mala gana.
