Whims of fate. | Antoine Griezmann.

3.

Miré de nuevo la manta de Scooby y supe que sería duro estar sin él.

Ayer en la tarde un chico moreno vino a por mi perrito, charlamos un poco e intercambiamos números para poder preguntarle sobre Scooby.

- ¿Estás lista? - preguntó Antoine colocándose a mi lado.

Asentí y agarré mi maleta para llevarla al taxi. Aunque eso no duró mucho ya que el francés me la arrebató de la mano.

Lo fulminé con la mirada y se encogió de hombros mientras reía.

La verdad, seguía pensando por qué un futbolista tan deseado y tan famoso como es él, me llevaría a mi a Francia. 

Parecía como si confiara en mi. Pero que tontería. ¡No me conocía!

Sumergida en mis pensamientos entré al taxi junto a Anto. 

La verdad es que así tendría la oportunidad de conocer a nuevas personas, cosa que me hacía falta porque desde que llegué a Madrid solo he pasado tiempo con Scooby y con mi mejor amiga, Lana.

Y eso se debe a lo poco social que soy. No me gusta la gente falsa y en mi universidad había mucho de eso. Gente que por unos apuntes eran capaces de tratarte como a su hermana y luego desaparecían de tu vida.

Sin embargo, Lana, aún siendo muy diferente a mi, siempre me ha apoyado en estos 4 años tan duros de ingeniería aérea.

Mi mejor amiga era la típica que se la pasaba de fiesta en fiesta y llegando tarde a la universidad, pero que sorprendentemente sacaba buenas notas.

Ayer, mientras le contaba que me iba a Francia casi le da un paro cardíaco.

"¡Por dios! ¡Destiny! ¿¡Sabes lo buenos que están los franceses!?" Me gritaba.

Sonreí ante el recuerdo.

- ¿Por qué tan feliz? - preguntó una voz a mi lado.

Negué con la cabeza quitándole importancia.

- Oye, Anto - llamé su atención, él miró sonriendo - ¿por qué a mi?

Su ceño se frunció.

- No te entiendo, Dest

- ¿Por qué me llevas a mi a Francia? 

- Te lo expliqué ayer, Dest - respondió mientras se encogía de hombros.

Asentí.

Al fin llegamos al aeropuerto. Fracturamos las maletas en silencio. Un silencio un tanto incómodo.

No te comas más la cabeza, Dest. Sólo quiere disculparse por lo de tu coche.

- ¿Qué te parece si nos sentamos a esperar? - rompió el silencio Antoine.

Asentí y nos dirigimos a unos asientos.

- ¿Qué te pasa? - se percató de mi estado de ánimos.

- Nada - respondí, algo cortante para mi gusto.

¿Por qué estaba así?

- Oye, si no quieres venir solo tienes que decirlo...

- ¿Qué? ¡No! ¡Claro que quiero ir!

Su expresión se relajó y le sonreí.

- Es solo que es extraño estar sentada junto a un futbolista tan famoso sólo por un accidente de coche, y más aún ir a Francia con él - le confesé y sus ojos atravesaron los míos.

Nunca lo había dicho, pero vaya ojazos tenía.

- Olvídate del futbolista, piensa en mi como en un chico que quiere conocerte y ser tu amigo.