10.

6.6K 364 75
                                    


- ¿Celoso por qué?

- Porque me gustas.

Tapé mi boca con mi mano.

Le gustaba.

- No debiste hacer eso, Anto -dije y él asintió.

- Lo sé, Dest, perdóname por favor -pidió mientras se sentaba en su cama y tapaba su cara con las manos.

Me senté a su lado y acaricié su espalda desnuda.

- ¿Por qué lloras, Antoine? -pregunté y él se encogió de hombros.

Me daba tanta tristeza verlo así. Más que un futbolista profesional parecía un niño pequeño cuando pierde su juguete favorito.

- He hablado con Erika, continúa con sus intentos de quitar a Mia de mi lado -me contó y yo sentí la rabia corroer mi cuerpo.

- Ella intentará quitarte a Mia pero yo le voy a quitar los pelos -dije poniéndome de pie.

Griezmann me miró. Me incliné hasta su altura y agarré su cara.

- Nadie va a separarte de Mia, ¿está claro? -dije con seguridad.

Una pequeña sonrisa apareció en su rostro, e inevitablemente una aún más grande se dibujó en el mío.

Y entonces lo abracé.

Estaba enfadada con él y no se libraría de una pequeña charla, ¿pero quién es capaz de resistirse a Antoine Griezmann?

Os daré una pista: Yo no.

- Lamento mucho lo de antes, Dest -susurró en mi oído.

Oh oh que todas las neuronas se preparen, estamos en guerra con el corazón.

Mi piel se erizó y su sonrisa me afirmó que se había dado cuenta.

- Deberías descansar, Anto -dije y me levanté nerviosa.

- Quédate conmigo, por favor -pidió y mis ojos volvieron a abrirse de par en par una vez más.

La puerta se abrió rápido apareciendo Pogba.

- ¿Sigues vivo Antoine? ¿Te ha matado? -preguntó mientras sacudía a su amigo.

Yo reí por su exageración.

- Si Paul, estoy vivo, gracias -respondió Antoine soltándose del agarre de su amigo.

- Oye, Dest -me miró ahora a mi- abajo hay un chico preguntando por ti.

Fruncí el ceño y miré a Griezmann.

- ¿Quién? -pregunté y él se encogió de hombros.

- Ha dicho que se llama Bruno o algo así -respondió.

- ¿Qué hace aquí? -pregunté y agarré a Antoine de la mano.

Andé hasta el ascensor donde me fijé en nuestras manos entrelazadas y rápidamente la solté.

Debes controlar tus impulsos.

Disimulé un poco las mejillas rojas con mi pelo y salí de ahí con Griezmann a mi lado.

- Ahora verás como no hay motivo para ponerte celoso -le dije y él me miró.

Divisé a Bruno desde lejos, estaba acompañado de su hermano.

Levanté mi mano para que nos viera.

- ¡Dest! Te dejaste esto en el...  ¿¡GRIEZMANN!? -gritó y me miró boquiabierto.

Whims of fate. | Antoine Griezmann.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora