Whims of fate. | Antoine Griezmann.

12.

Acabábamos de llegar del entrenamiento y los chicos debían ir a concentrarse para el partido de mañana.

Estaba pensando en qué pijama usar para dormir todo el día cuando llegó un mensaje a mi móvil.

Número desconocido: Hola guapa, soy Asier.

Destiny: ¡Hola, Asier! 

Asier: ¿Te apetecería ir conmigo a almorzar algo y luego ir por un helado?

¿Es que nunca voy a poder dormir? 

Destiny: ¡claro! 

Asier: Paso por ti en 20 minutos, adiós.

Ni siquiera tenía pensado cambiarme de ropa, iría así. La verdad preferiría ir a almorzar con Antoine y reírnos sin fin con sus comentarios sin gracia acompañado de muecas divertidas.

Después de aquel "me encantas" no he vuelto a verlo, ya que está ocupado preparándose con el equipo.

Aún no me había atrevido a decirle que me gusta, pero si dejo que me bese en los labios creo que interpretará que sí. De todos modos debía decírselo igual que él me lo dijo a mi.

Cogí mi móvil y revisé instagram. Anto había subido un video.

Esperé que cargara y me vi tirando aquel penalti que me daba la victoria en ese juego que él mismo se inventó. 

Miré el pie de foto.

antogriezmann: Mi balón de oro❤.

Sonreí y decidí comentarle.

destinymauri_ : Me siento orgullosa😌😳.

Una oleada de comentarios y seguidores llegaron a mi perfil. Algunos buenos y otros, otros no tan buenos...

Decidí ignorarlos.

Un mensaje indicó que Asier ya se encontraba abajo. Cogí mi bolso y bajé.

- ¡Estás guapísima! -exclamó el moreno al verme.

- Muchas gracias, Asier -dije quitándole importancia.

Los dos salimos del hotel. Había un silencio algo incómodo.

- Ya me ha dicho Bruno que tu amigo era Griezmann -rompió el silencio.

- Sí, bueno -le dije sonriendo.

- ¿Te gusta? ¿En serio? -preguntó incrédulo.

Yo abrí mi boca para decir algo pero decidí callarme.

- Es un futbolista, te engañará igual que hizo con Erika y luego te dejara sola y emabarzada -me dijo.

No pude controlar mi mano, la cual se fue directa a su cara.

- No sabes nada de él y no tienes derecho a decir eso, ¡Griezmann ama a su hija! -le dije enfadada.

Él se tocó la cara, justamente el lugar en el que lo golpeé.

- ¿Qué sabes tú? ¿Y si te está engañando para acostarse contigo? ¡Por dios, Destiny! ¿No te parece raro que te haya traído hasta aquí sin conocerte? -me preguntó y yo dudé en qué responder.

Realmente sí era algo extraño, pero Antoine no era así y no dejaría que nadie hablara así de él delante mía.

- Él no es así -contesté y Asier sólo me miró con furia.

- Si quieres pensar eso... te recuerdo que fue él el que te dejó tirada y yo el que te llevé a tu hotel, y sin embargo me golpeas a mi y te andas besuqueando con él -gritó ahora algo enfadado.

Dí un paso atrás. De verdad me estaba asustando.

- Vuelve a gritarle y te juro que no sales vivo -dijeron detrás de mi.

Me giré y sonreí. Él no es así, por mucho que intenten hacerme creer que sí.

- Ahora la defiendes de mi pero ayer no te importó dejarla sola conmigo, irónico ¿no? -se dió por ganador Asier.

¿En serio este era el chico encantador que conocí ayer? Sin duda, las apariencias engañan.

- Eres un imbécil -dije y fui al lado de Antoine que miraba al suelo.

Asier rió, sabía que lo que había dicho le había afectado a Griezmann.

El moreno se marchó. 

Antoine seguía sin abrir la boca.

- Anto... -dije y él negó con la cabeza.

- Él tiene razón, Dest -me miró triste.

- Ya te perdoné, Antoine -le dije y de mi boca salieron las siguientes estupideces- quiero un hijo que se llame como tú, Antoine, Antoine, Antoine, Antoine... ¡como mola! 

Griezmann me miró asustado. Yo sólo reí.

- ¿Te ha drogado? -preguntó divertido.

Yo negué con la cabeza y enrosqué mis brazos en su cuello.

Antoine me miraba sorprendido, hasta yo estaba sorprendida de que por primera vez en la vida mi cerebro haya perdido la batalla y el corazón sea claro ganador.

Pegué mi frente con la suya y las manos del francés recorrieron toda mi espalda hasta llegar a la cintura.

Cerré mis ojos disfrutando del momento. Pocas veces me había sentido así de bien.

- Me gustas tanto, Antoine -susurré lo suficientemente alto para que se enterara.

Una sonrisa apareció en su rostro.

- No sé que me has hecho, jamás me había sentido así en los brazos de un hombre. Pero ahora, ahora que estoy a centímetros de ti, siento que toco el cielo con mis manos -seguí susurrando.

Acompañé la sonrisa de Antoine con una mía, que poco duró ya que de un momento a otro, los labios de Griezmann se movían encima de los míos.

Nuestros labios eran como notas musicales que, al juntarse, componían una melodía perfecta.

Y si antes tocaba el cielo con mis manos, ahora aseguraría que estoy flotando en él.

La falta de aire nos hizo separarnos.

Maldito oxígeno que necesitamos para vivir.

Me separé algo más de él para mirarlo a los ojos. En ellos se veía mi reflejo, y si de por sí eran bonitos, aquel brillo que tenían ahora los hacían aún más

- He sentido mucha más adrenalina y pasión en un beso que en toda mi vida -me dijo sonriendo.

Reí nerviosa. Acaricié su cara y luego su pelo.

Nunca lo había dicho me estaba enamorada del pelo de Antoine Griezmann.

- Y nunca jamás dejes que las palabras de un imbécil como ese te hagan sentir mal, Anto -le dije y él sólo asintió.

Volvió a besar mis labios, pero ahora sólo fue un fugaz beso.

- Deberíamos volver, le dije al entrenador que volvería de seguida -me dijo agarrando mi mano.

Asentí.

Comenzamos a andar juntos, y por fin, después de muchos años, sentí que todo encajaba en mi vida.

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bueno chicas, como me sentía inspirada y el otro capítulo no fue tan bueno, he decidido hacer este de recompensa.

¡os quiero!