Sálvame

4 1 1
                                    


Desaparecido, así lo habían llamado desde hace dos semanas. La sombra nocturna había desaparecido y todos estábamos buscándolo como locos, sobretodo Fuss, Velvet y yo. Starlight ya estaba mejor pero la aislaron de los demás niños porque tenían miedo de su aura y yo era la que la visitaba cuando no estaba buscando a Drew.

-Ellos no te comprenden. Con todo este dilema ocurriendo, temen que seas un arma secreta del enemigo. –Le comenté cuando me dio esa mirada triste al ver que era yo otra vez: Estaba cansada de ver mi rostro y quería que las nuevas caras no la miraran con miedo.- Yo sé que no lo eres y les intento demostrar que eres hermana de Mercy pero no me creen, no después de que descubrieron quién era realmente yo.

-¿Eres mala?-Le sonreí tristemente. Recordé que ella sabía todo sobre mí pero ella también necesitaba oírlo de mis labios.

-Verás, trabajaba en ambos lados y me di cuenta que estaba mal hacer eso. Pero ya pagué el precio y aprendí la lección cuando me congelaron, gracias a ti estoy aquí. Me salvaste, pequeña. –Me abrazó pero la aparté rápido.- No quiero robar más de tu energía vital, Starlight. Sé que eso fue lo que me salvó pero estaré bien.

-¡No quiero que mueras cuando venga la batalla!-Solté una lágrima por la preocupación de la niña.

-Estaré bien, pequeña. Encontraremos a Nightshade y todo estará bien.

-¿Quién es él?-Sonreí y me limpié los ojos.

Rocket, tenemos una pista de él. La voz de Velvet en mi comunicador me alertó. Miré a Starlight y decidí contarle rápidamente la verdad.

-Es Drew Powers.-Su boca se abrió, formando una 'o'.

-¿Está vivo?

-Es lo que averiguaré ahorita. –Le sonreí suavemente.- Volveré pronto.-Ella asintió.

-Suerte.

Fui a la sala de reuniones y todos ya tenían la mirada posada en mí. Foster me dijo que lo encontraron herido cerca de una fábrica, estaba paralizado y algo violento. Necesitaba un rostro familiar y ese alguien era yo. Inmediatamente pedí que me llevaran con él.

-Pero con una condición. –Dijo el jefe y lo miré exasperada.- Recuerda que no has salido de aquí desde que despertaste y el mundo ahora es helado. Encuéntralo y regresa lo pronto posible: Tenemos que acabar con esto.

-Sí señor.

Odié que tuviera razón: Este era el peor invierno que la historia ha tenido que vivir y es por mi culpa. JK, Velvet, Crawler y yo nos montamos en el quinjet, activando la invisibilidad que Fuss había instalado. Al salir de la Estación, comenzó a granizar y mi corazón latía más rápido a medida que nos acercábamos a Nightshade.

-Aquí es. –Dijo Crawler al aterrizar.- Nosotros te cuidaremos la espalda, no sabemos qué le pasó o qué le hicieron así que ten cuidado.

-Lo sé.-Me subí la capucha del abrigo, metí las manos en los bolsillos del mismo, agarré mi mochila y bajé.

Al entrar, el piso estaba resbaloso y tuve que caminar con cuidado. Temía que esto fuera una trampa y por eso tenía mi arma ya cargada en mi bota. Un castañeo de dientes llamó mi atención y lentamente me acerqué al sonido, ahí estaba: Brazos cruzados en buscar de calor, pelo más largo y una sonrisa que tenía reservada para pretender que estaba bien.

-R-R-Rocket.-Tartamudeó. Saqué de mi mochila una manta térmica y se la coloqué. Mi abrigo era del mismo material.

-Gracias por salvarme. ¿Qué te pasó?-Después de entrar en calor, respondió:

La Segunda LeyWhere stories live. Discover now