Costumbres Romaní

Odio

Cuatro, por mucho que su vida era diferente aún sentía incorrecto esto

-Señor Luhan buen día

-Ah sí, que tal señor

-De compras

-SI hoy mi marido cenara románticamente conmigo

-Ah ya veo le daré una de las mejores piezas

En un ágil y grácil movimiento reverencio

-Gracias

El señor que surtía hogazas de pan era amable pero no romaní, Luhan había aprendido a reconocer a las personas como él, puras de corazón y mente y este señor era sin duda amigable, los prejuicios iban quedando más alejados Hunnie tenía razón no todos son malos.

Después de despedirse de aquel hombre sus ojos se fijaron en la tienda de novedades electrónicas, una rasuradora eléctrica vaya como seria si se rasurara de ahí abajo, solo pensarlo le hacía sonrojas tomo su bolso y siguió ya estaba tarde, llego a su hogar como acostumbraba, limpio, cocino y entonces vio esa horrenda nota pegada al refrigerador

"Lo siento ángel tengo trabajo, cariños y te veré mañana prometo despertarte con un beso triple de verdad lo siento"

Estaba bien, su cena elegante podía compartirla con Omma y Appa, solo llamo y quedo para la noche, después de empaquetar todo perfecto, pensó en matar el tiempo en lo que llegaba el momento, que hacer, por suerte tenía una lista de cosas por hacer para ser más comoa Sehun le gustaba tacho la numero dos "Capuchino"

Encamino sus pasos hasta una cafetería que según su esposo era de las mejores, si eso sería bueno para él, no quería ser abandonado por no ser como Sehun quería o que sus padres no estuvieran orgullosos.

Su primer capuchino como seria eso, el mismo había seguido el consejo de Hunnie que le dijo, si tu aprendes a hacer capuchino te daré un beso largo en las mañanas, era esta la forma en que coaccionaba su amor y claro Luhan había aprendido a salir del cubo romaní e interactuar, sus ojos se abrieron.

-Vaya que emoción pediré un capuchino de Vaini...

En la extensa cafetería su mirada solo captaba a ese hombre su hombre su Hunnie que demonios porque besaba a esa fulana, estaba montada en sus muslos, comiéndose a la fulana no se suponía que era suyo, casi como si su caja de amor fuese rota, sus recuerdos, los regalos él se rompió, Luhan hizo los puños fuerza y decidió, si Sehun le lastimaba de esta forma sin remordimiento porque él no, podría empezar a decidir qué le convenía podía darse un respiro de paz y salud podría ser un desgraciado, como él había prometido serle fiel, pero un romaní sin palabra no merecía la pena, la ira en Luhan se encendía

-Te da gusto que haya aprendido la lección

Vocifero solo para él y salió de la cafetería sin que Oh Sehun lo mirara, cuando estuvo en casa golpeo varios muebles, sus lágrimas no venían y eso no podía ser normal, en la tarde cuando logro romper varias lámparas sin remordimientos, cuando dejo de levantar todo lo que rompía respiro y asistió a la cena con sus suegro Lay, le observo sin tocar bocado y entonces pregunto al sombrío ente

-Cariño que pasa

No podía aguantarlo quemaba por decirlo quemaba de celos ira impotencia, estaba totalmente deshonrado, sus ojos ya no eran dulces eran dolorosos y lastimeros