Behind closed doors [CAMREN]

¿Me abrazas?

Lauren.

Esta mañana sin duda había empezado con mal pie. Primero, mi móvil se quedó sin batería por lo que el maldito despertador no sonó y me quedé dormida hasta las nueve, cuando las clases empiezan a las ocho. Por suerte para mi, las clases de la primera hora han sido suspendidas por que los profesores tenían reunión, así que Normani, Dinah, Ally y yo vamos en dirección a la cafetería en busca de algo que pueda despertarnos. ¿Donde está Lucy? La vi hace cinco minutos liándose con su novia, y después entrar al lavabo, así que no quiero pensar en qué pueda estar haciendo ahora mismo. A Camila, por otra parte, no la he visto desde que llegué y estoy empezando a preocuparme ya que no he recibido ningún mensaje suyo. Tal vez le pasó algo cuando volvía a casa anoche... Tal vez..

– ¿Nos sentamos aquí? – pregunta Normani sacándome de mis pensamientos. Yo asiento y dejamos nuestras cosas sobre la mesa. Nos sentamos soltando un bufido, para la siguiente clase tenemos un examen de filosofía para iniciar el curso, y la cabeza ya me retumba

– Como alguien vuelva a mencionarme el "arjé" hoy, juro que le volaré la cabeza. – dije con las manos en mi rostro, tirando los apuntes de otros años que me han dejado mis amigas.

– Amén. – respondió la morena soltando una risa – ¿Sabes algo de Mila?

En cuánto escucho el apodo de la chica levanto la cara.

– Uhm.. – empezó a hablar Dinah – No vendrá hoy.

– ¿Qué le pasa? –  me apresuré a preguntar.

– No es nada, sólo es una gripe –  dijo encogiéndose de hombros. – Pero una de nosotras tendrá que llevarle los apuntes de hoy, o nos matará como su media de nueve y medio baje.

En ése momento la pantalla de mi móvil se encendió, mostrando que ya estaba cargado. Lo desconecté y al mirar la pantalla vi un mensaje de Camila.

Camila: Michelle, lo siento mucho... Hoy no podré llevarte al instituto, espero que no te importe. Me encuentro asquerosamente mal, así que no iré (espero que no llores por mi ausencia). Bueno, de cualquier manera: que tengas un día lleno de mariposas (de las bonitas, no de las feas y peludas) y no sufras por mi ;)

– Yo lo haré – dije rápidamente.

La chica asintió y se encogió de hombros.

Camila.

En cuánto me levanté de la cama esta mañana sentí como si mi cabeza explotara. Sólo tuvieron que pasar unos segundos después del desayuno para que me fuera corriendo al lavabo y echara todo lo que había comido. Sin duda lo mejor que me podía pasar un día antes de la fiesta era enfermarme.

Ya era casi la hora de comer y yo estaba acostada en el sofá de la sala, viendo la tele con mi hermana pequeña. Todo parecía más interesante estando enferma, incluso Dora la exploradora. De pronto, escuché el sonido del timbre y mi hermana se levantó del sofá corrió a la puerta.

– Mila, ¡Elle está aquí! – gritó desde el pasillo.

Al escucharla, casi me caigo del sofá y después de peinarme un poco con las manos camino rápidamente hacia la puerta, sólo para encontrarme con la preciosa chica de ojos verdes que me miraba con una gran sonrisa.

– ¿Qué estás haciendo aquí? – dije con el ceño fruncido.

– Vaya... – respondió ella, haciéndose la dolida – ¡Yo también me alegro de verte!

– No es eso.. – reí – En serio, ¿qué te ha hecho venir?

– Bueno... Tenía que traerte los deberes de hoy, y he pensado que como te encontrabas mal podríamos ver la tele. – sonrió tímidamente – Supongo que te habrás aburrido sin hacer nada hoy..