¿Keana?

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Si había algo que Lauren odiara era mentir, y desde que había llegado a ese pueblo no había hecho nada más que eso. Algunas veces se quedaba sin palabras para preguntas que tenían una respuesta fácil, y las chicas la miraban extrañadas. Claro que al final, siempre sacaba una respuesta absurda y pasaban al siguiente tema. Sus nuevas amigas pensaron que tal vez Laure era poco habladora, así que lo dejaron pasar. Sin embargo Camila notaba algo.. Algo diferente cuando la chica de ojos verdes pasaba más de tres minutos pensando una respuesta para la pregunta "¿En qué parte de Miami vivías antes?". Era obvio que ocultaba algo, pero no la quería presionar por que al fin y al cabo sólo hacía una semana que la conocía. Decidió esperar, a ver si con el tiempo la chica se abría.

Las siete chicas se encontraban en casa de "Michelle". Estaban pasando el rato antes de la fiesta y, ¿qué mejor lugar que hacerlo que allí? No había supervisión adulta, y podían hablar sin interrupción.

– Creo que antes de llegar deberíamos bajar un poco la tensión.. ¿No creéis? – dijo Lucy con una sonrisa que lo decía todo.

Camila le rodó los ojos. No le gustaban mucho las fiestas, y en cuanto llegaba iba directo a la comida. Aún así, sabía que estando con sus amigas se divertiría. Pero no imaginaba que empezarían a beber antes de llegar..

– Mi novia tiene razón, chicas – empezó a hablar Verónica, con una mano alrededor de los hombros de Lucy – Deberíamos empezar la fiesta aquí.

Lauren fijó su mirada en ambas chicas. Las dos parecían muy felices, y no pudo evitar pensar que tal vez si no hubiese negado tanto tiempo su orientación, ella misma estaría así con Keana. Con ése pensamiento en mente, Lauren fue la que dio el primer paso.

– A la mierda – dijo mientras sacaba una botella de licor de la nevera. – Vamos a ello.

Camila no pudo evitar extrañarse por el cambio de actitud de la chica a su lado, que hacía sólo unos minutos había estado sonriente y ahora estaba seria.
Lauren preparó siete vasos para los chupitos, y los llenó hasta arriba. Todas cogieron el suyo menos Camila.

– ¿No lo quieres? – dijo Lauren, mirando a la morena. La chica negó con una pequeña sonrisa.

– No bebo, gracias.

La ojiverde se encogió de hombros, y en lugar de tirarlo lo cogió y se lo tomó seguido al que en un principio era el suyo.

– Wow – dijo la Latina – Tranquila, tigre. Si sigues así no llegarás de pie a la fiesta.

– No te preocupes – dijo la chica con una media sonrisa – Sé controlarme, y esto para mi es como zumo de naranja.

Las demás chicas rieron ante el comentario, pero Camila aún estaba preocupada por el comportamiento de la cubana. Una hora después, se dirigían a casa de Shawn. Todas reían por que el efecto del alcohol ya estaba haciendo efecto pero no estaban borrachas aún, así que no había nada por lo que preocuparse por el momento. Camila observaba a las chicas atentamente, sin duda verlas así de contentas era muy gracioso, pero no entendía qué encontraban de divertido en hacer que todos sus sentidos estuvieran entorpecidos.
Aún así, la ojiverde parecía mucho más alegre ahora. Caminaba frente a ella, bromeando con Dinah. Las dos chicas parecían llevarse muy bien, pero el comportamiento de la rubia empezaba a molestar a Camila. Se suponía que su amiga era heterosexual, sin embargo cada vez que miraba en su dirección Hansen estaba tocando a la chica nueva de una manera que decía algo más que amistad. Claro que unos segundos después ambas reían, pero ésa actitud seguía pareciéndole extraña a la latina. Aún así decidió no prestarle mucha atención... Después de todo ¿por qué tendría que importarle?

Behind closed doors [CAMREN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora