Nacer, reír, bromear, morir.

El tren, cromos y silencios incómodos.

Me asomo a la puerta con decisión, ya se cuál va a ser la respuesta, incluso antes de terminar la pregunta. Lo noto en la mirada del castaño-rojizo, que se quedó a mitad de la discusión con el pelinegro, su hermano, que me sonríe con sus perfectos dientes. Lo más notorio es la pelirroja, que me analiza por medio segundo antes de hacerme un gesto para que entre.

 -Hola, soy…

 -Rose Weasley -digo, completando su frase.

 -¿Cómo…

 -Escuche tu nombre cuando el lo dijo -Señalo al castaño-rojizo - y tu apellido fue muy simple.

 -¿De qué hablas?

 -De que me conoce -Responde Scorpius, entrando por la puerta, me mira -¿Vienes o te quedas aquí?

 Miro a la chica y sonrío levemente, sin embargo, me pongo de pie y lo sigo.

 -¡Esperen!

 Nos damos vuelta, es el pelinegro.

 -Esperen -Repite - ¿Les gustaría quedarse con nosotros el resto del viaje?

 -Soy un Malfoy.

 -No nos importa, además, creo que tienen que viajar con nosotros, es…

 -Un presentimiento -Completamos Scorpius y yo al mismo tiempo.

 El asiente y los tres volvemos al compartimiento, donde nos sentamos en silencio.

 Al final, es Scorpius el que rompe el silencio preguntando:

 -¿En qué casa quieren quedar? Es decir, prefieren ir a Gryffindor o…

 -Ravenclaw -Es la respuesta de Rose

 -Gryffindor -Ese fue Albus, ahora todos me miran, esperando mi respuesta.

 -Voy a dejar que el sombrero decida, mi mente es complicada incluso para mi misma.

 Scorpius me mira y se que entiende de que hablo.

 - ¿Y tú, Malfoy? -Ese fue James.

 -Yo…

 -¿No lo sabes? -El castaño-rojizo ya empieza a hacerme enojar.

 - Iba a decir que creo que quedaré en Slytherin, pero que es imposible saberlo.

 Luego de eso, nadie hablo, aunque todos nos mirábamos, seguramente tratando de entender que eran esos "presentimientos" que nos habían unido, primero a Scorpius y a mi, y ahora nos dejaban en un vagón de tren durante horas y sin posibilidad de ir a otro lugar, porque el resto del tren estaba lleno.

 No estoy segura de si pasan horas o minutos, pero si se que ya hice tres trenzas a mi cabello negro y que dibuje a los dos Potter y a la chica Weasley en mi cuaderno de dibujo cuando la señora del carrito aparece.

 -¿Quieren algo del carrito?

 Scorpius me mira una milésima de segundo, solo para confirmar lo que ya sabe, cuando responde.

 -Dos ranas de chocolate y una caja de brujas saborizadas.

 La señora del carrito se las da, Scor saca su dinero y paga, yo voy a protestar, pero el se adelanta.

 -Si ganas la apuesta estaremos a mano, si no, me pagas la rana de chocolate, la mitad de la caja y lo que apostamos ¿De acuerdo?

 -Ok -Respondo de mala gana.

 -Yo quiero un paquete de grageas -Albus

 -Brujitas de chocolate - Esa fue Rose.

 - Una rana de chocolate y una barra de regaliz.

 Hago una mueca, es decir, nadie es capaz de comer regaliz ¿Cierto? Como sea, Scorpius me pasa la rana de chocolate, yo abro la caja y la atrapo en el primer saltó, le muerdo la cabeza y luego miro el cromo.

 -¿Qué te tocó? -Le pregunto a Scorpius.

 - Thomas Everdeen, el que descubrió como devolverle la memoria a Lockhart y los otros magos que recibieron ese hechizo.

 -Oh, si. Bueno, a mi me tocó Amelia Donner, la cantante de Witch'sof America.

 -Ya la tienes. -No es una pregunta, Scor sabe que solo colecciono artistas famosos y que me faltan muy pocos.

 -¿Me la cambias? -Miro a James, asombrada, pero el esta mostrándome  el cromo de…

 -¡Lucian Lewis! Es de los pocos que me faltan, claro, te la cambio. - El sonríe e intercambiamos los cromos, yo estoy esperando que la carta se convirtiera en humo o que el nombre sea solo una ilusión pero nada pasa.

 -Aún no sabemos tu nombre. -Comenta Albus.

 -Soy Selena Elizabeth, pero díganme Lena o Liz.

 -¿Qué hay de Beth?

 Miro a Rose, extrañada.

 -¿Podemos decirte Beth? -Aclara.

 -No, a menos que quieras morir.

 -Es un poco sensible con su nombre. -Se apresura a aclarar Scorpius.

 En ese momento, una chica pelirroja se asoma al compartimiento.

 -Rosie, Al, James, ya falta poco. -Nos mira, primero a mi y luego a Scorpius. -Diría algo, pero no me van a hacer caso si les pido que echen a estos dos del tren ¿Cierto?

 -No. -Responden Albus y Rose al mismo tiempo.

 -Ok. -La muchacha suspira y se va, parecía un tanto resignada.

Sin decir nada, voy a cambiarme, cuando vuelvo, Scor, James y Albus se van.

 -¿Estas bien? -Le pregunto a Rose.

 -Si, solo que no entiendo…

 -¿Todo esto?

 Ella asiente.

 -Acostúmbrate, si tienes suerte, terminaras entendiéndolo por ti misma, si no, bueno, supongo que alguien te explicara que es. Yo te lo diría, pero no estoy segura de saberlo.

 Me mira, pero supongo que comprende.

 Ya sabes como sigue el viaje, llegamos, vamos a Hogwarts en los botes, entramos al castillo y a partir de aquí no voy a seguir contando yo, no es a mi a quien le corresponde narrar la selección.