Y la escritora se odia a si misma

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Miro a Beth (porque sigo pensando en ella de esa forma) y me asusta un poco pensar que tenga sangre de espíritus del viento y del agua, o lo que es peor, sus poderes.

 —Por eso terminaste en Sly con tanta facilidad, —Comenta Al—  representa el agua. También podrías haber ido a Raven pero creo que no encajabas tanto allí.

 Liz asiente y empieza a jugar con su collar, es el primer tic nervioso que le veo y me preocupa de verdad.

 —Pero... —No estoy segura de como preguntarlo— ¿Por qué...?

 —¿Por qué vinieron a atacarnos? —Asiento, al igual que siempre, Elizabeth entiende lo que quiero decir. —Porque están enojadas por algo más y creen que yo tengo algo que ver, o al menos es lo que me parece a mi.

 —Debe ser eso —Respondo sonriendo.

 —Rosie, necesito que hagas algo —La miro sonriendo.

 —Lo que sea.

 —Deja de tenerme esa fe ciega —Se sienta en el alfeizar de la ventana, sin importarle la mirada de McGonaggal, y mira a través del cristal.— No siempre voy a tener razón y quiero que tu puedas darte cuenta. —Me mira y sonríe— Me sentiría mal si algo les pasa por confiar demasiado.

 No se como reaccionar, pero ella se da vuelta antes de que yo pueda decir nada y mira, preocupada, por la ventana.

 —Yo voy a hablarles —Afirma Liz— puedo comunicarme más fácilmente con ellas y necesito saber por qué vinieron. —Mira a mi tío, dubitativa.— ¿Cree qué pueda, señor Potter?

 —No es lo más recomendable —Beth parece a punto de replicar.— Pero yo se qué iras de todos modos, así que lo mejor es que al menos tengas a alguien cuidándote las espaldas.

 —Gracias, —Se gira hacia Al— ¿Crees que tu y James pueden quedarse por allí? Solo necesito que los vean. Los espíritus de la naturaleza son seres atemporales, se confundirán un poco si ven a unos chicos que se parecen mucho a otro que ya conocen —Señala a Harry con la cabeza— y a ese chico ya crecido. Necesito que estén un poco confundidas para que me expliquen lo que pasa. También son testarudas y orgullosas.

 —Allí estaremos.

 —Scor, tu...

 —Me quedo cerca por si te atacan o te desmayas porque tengo una capacidad increíble para repelerlas, ya se.

 —Bien, creo que ya es todo —Se baja del alfeizar de la ventana ignorando mi cara de decepción y camina hacia la puerta.

 —¿Qué hay de mi?

 —¿Qué hay de qué?

 —¿Qué puedo hacer para ayudar?

 —Rosie, —Se da vuelta y me mira con ternura— ya te lo dije, necesito que dejes de confiar tanto en mi. No puedo dejar que te acerques, cuando los espíritus de la naturaleza se me acercan no me controlo mucho. Albus sabrá darse cuenta, James es muy cabeza-hueca como para obedecer a alguien y Scor ya me ha visto en ese estado. Tu me harías caso y yo podría estar enviándote a una trampa inconscientemente. No creo que pase pero no quiero arriesgarme.

 —Pero...— Liz ya esta abriendo la puerta y alejándose.

 —No voy a arriesgarme —Dice antes de bajar las escaleras.

                                                        * _ * _ * _ * _ *

 —Ella está mejorando, ya notó lo que puede causar su aura.

 —Perfecto. Ahora solo nnesecitamos que las nnnáyades y dríadas cumplannn su parte del trato, muy pronto seremos libres, Eriol, y podremos connntinnuar conn los ideales de Merlinnn.

Nacer, reír, bromear, morir.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora