Berlín-Alemania,
02 de agosto del 2015
Una semana había transcurrido desde la muerte de mi padre, la cual me afectó mucho más que la de mi madre. El dolor aún estaba allí y se sabe que para cualquier persona perder a un miembro de la familia era terrible. Una perdida irreemplazable.
Yo no podía quedarme en casa sola, ya que era menor de edad, así que un viejo amigo de mi padre se convirtió en mi tutor legal a partir de ese momento. Nunca lo había visto antes en mi vida, lo único que sabía de él era su nombre, Hadrian Van Helmont, un nombre que nunca olvidaría el resto de mi vida.
Hadrian vivía en Alemania, lo cual significaba que no sería capaz de regresar a Los estados unidos en un buen tiempo, en realidad, no me quedaba más familia allí, pero al menos tenía algunos amigos que quería como si fuesen parte de la mía.
Después de un largo y pesado viaje, llegué a la casa de los Van Helmont en Alemania. A primera vista, pude deducir que era un hombre con mucha solvencia económica, pues su casa era enorme, pero no se trataba de una mansión como las familias millonarias presumían tener. Sin embargo, era muy elegante y en sus alrededores había flores y árboles muy llamativos.
¡Que hermosa vista tendría!
Mi impresión terminó una vez que entré a la casa y enfrenté algunas que cosas que desconocía y que nunca esperé encontrar.
— ¡Vaya qué sorpresa! Parece que nuestro padre finalmente ha llegado. — dijo un muchacho de cabellos color café y unos ojos tan azules como penetrantes. Por el tono de su voz deducí que él no estaba para nada emocionado al vernos.
¿O el problema era sólo yo?
— ¡Qué gusto verte de nuevo, Alexandre! — Hadrian usó el mismo tono que su hijo — ¿Esa es la manera en la que recibes a tu propio padre después de un largo tiempo sin verlo?
Mi tutor estaba siendo sarcástico.
— ¡Qué hijo tan ingrato eres! — Su tono se había vuelto serio y más intimidante.
El muchacho llamado Alexandre no respondió, él sólo observó a su padre de una manera dura.
— ¡Oh! ¿Es que el gato te comió la lengua, hijo? — se burló de su propio hijo, haciendo que el muchacho de los ojos azules se enfurezca más —. Discutiremos sobre tu mal comportamiento luego, como puedes observar, tenemos visita. — anunció sin quitarle los ojos de encima.
Alexandre ni siquiera miró a su padre, todo lo que pude escuchar de él fue como un sonido de fastidio que venía de sus labios, una señal obvia de lo molesto que estaba.
En un abrir y cerrar de ojos, dos jóvenes más aparecieron en el vestíbulo. Ellos eran tan apuestos como Alexandre y la razón era porque todos ellos eran hermanos, aunque no compartían la misma apariencia física. El señor Van Helmont me presentó a sus hijos, todos ellos eran universitarios y huérfanos de madre como yo.
Al menos teníamos algo en común.
Los hermanos más jóvenes parecían ser amables y respetuosos, no como su hermano mayor que era un mal educado de carácter difícil.
— Bien, Melrose, ahora que conoces a mis hijos, espero que sean respetuosos contigo. — dijo Hadrian con una sonrisa sincera. Él era un hombre muy noble y ahora entendía por qué mi padre había confiado tanto en él para permitirle que fuese mi tutor hasta que cumpliera 21.
« Lo mismo esperaba yo.» Deseaba desde el fondo de mi corazón, esperaba llevarme bien con los hijos de Hadrian, ya que viviría con ellos por al menos 4 años más.
— ¡Oh, cómo pude olvidarme de Christa! — exclamó como sintiera culpa de haberlo hecho —. ¿Alguien sabe dónde está ella? — preguntó a sus hijos.
— No es extraño para ti, no saber nunca dónde está tu hija. — Un irónico Alexandre comentó, él sólo quería molestar aún más a su padre —, y podría decirse que es normal, ya que hace 5 meses que no regresas a casa.
Un silencio incomodo invadió la habitación.
— Alexandre, tu actitud es inaceptable, — Su hermano menor llamado Ahren dijo con molestia —, si no tienes nada bueno que decir, deberías permanecer en absoluto silencio.
— Ya lo esperaba de ti, querido hijo. — agregó su padre. Evidentemente él estaba incomodo por la falta de respecto de su hijo mayor, pero trató de ocultar su rabia con una falsa sonrisa.
— Christa fue a hacerle una visita a un amigo suyo. — intervino el menor, Alois —, ella dijo que no regresaría hasta la hora de la cena.
— Así que mi hija es la única que falta en esta reunión familiar. Ya se conocerán cuando llegue a casa. — Por alguna extraña razón, los gestos de Hadrian me resultaban encantadores, hasta hechizantes —. Me temo que no podré ser testigo de ese encuentro, ya que tengo un viaje de negocios preparado y si no llego a tiempo al aeropuerto, perderé el vuelo.
« Hadrian se iría y yo me quedaría sola con 3 hombres en una casa enorme. »
— No temas, jovencita, — El padre de los jóvenes acarició mi mejilla suavemente —, sé que mis hijos no son los más dulces, pero al menos son agradables. Ellos te cuidarán, no tienes nada de qué preocuparte, lo prometo. — Habiendo sido esto dicho, él dejó la casa.
La familia Van Helmont no era mala, pudo haber sido peor para mí; ser parte de una familia malvada o cualquier otra cosa posible en este mundo, pero lo que ignoraba era que lo peor estaba por venir.
— Así que tú eres la nueva mascota que nuestro padre nos ha traído a casa. — El hijo mayor tenía una expresión maligna en su rostro.
Pensé que él bromeaba, aunque su broma había sido un poco irrespetuosa.
— Alexandre, mide tus palabras, — le advirtió Ahren —, estamos obligados a comportarnos frente a nuestra nueva huésped. Como nuestro padre mencionó, debemos ser respetuosos e intentar no lastimarla. — finalizó con firmeza, mirándome profundamente a los ojos.
« ¿Qué había querido decir Ahren con "no lastimarme"? »
Mis sospechas empezaban a darme escalofríos, una repentina y oscura aura rodeó el lugar. Estaba más asustada que nunca, todos los hermanos tenían miradas llenas de maldad en sus rostros.
— ¿Por...por qué todos ustedes están mirándome de esa forma? — Sí, estaba tartamudeando. Estaba aterrorizada debido a sus diabólicas miradas.
— ¿Realmente ella tiene que saber la verdad? — preguntó el menor de los Van Helmont. Alois estaba más que impaciente por decir algo.
— Por supuesto, pero sobre todo, tenemos que ser educados con ella y esconder nuestra verdadera naturaleza. Después de todo, somos unos caballeros, ¿no es así? — Ahren tenía una extraña sonrisa en sus labios.
Alexandre tomó fuertemente mi brazo y sonrió de la misma manera que Ahren.
— ¡Bienvenida al infierno, Melrose Lavalle, del cual no podrás escapar nunca! — Alexandre declaró, mientras me tomó del brazo más fuerte aun, causándome más dolor del que ya sentía.
¿Qué es lo que sucedía?
¿En qué me había metido?
— ¿Por qué todos ustedes están actuando tan extraño desde que él se fue? — pregunté con miedo —. ¡Suéltenme! — grité desesperadamente, pero no lo hizo, al contrario, comenzó a reír frenéticamente.
— Esto sólo es el comienzo de tu peor pesadilla, pequeña tonta. — fue lo último que escuché, ya que todo a mi alrededor se tornó negro.
— No puede ser. — fueron mis últimas palabras.
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Intenciones Oscuras
VampireMientras que una ambiciosa nación espera la llegada de su nuevo rey, el único que será capaz de ganar una guerra que lleva siglos sin concluir, una inocente adolescente nunca pensó convertirse en el objeto de pelea entre dos mundos distintos y una f...