Berlín-Alemania,
11 de septiembre del 2015
El muchacho de los ojos azules era tan sólo un egoísta y codicioso que me había mordido por el hecho que el menor de sus hermanos lo había hecho antes que él. No era un secreto que el mayor de los hijos de Hadrian se dejaba llevar por la envidia y la pereza.
¡Qué idiota!
Así era Alexandre Van Helmont, un vampiro perezoso con un rostro muy apuesto y con la apariencia de un caballero encantador de la que siempre las mujeres se enamoraban incluso cuando él terminaba por jugar con sus sentimientos y romperles el corazón como si no le importara en lo absoluto.
Hasta ahora no entendía cuál era su encanto. Además de su apariencia física.
¿Tal vez era su dinero?
No, no lo creo, pues no era razón suficiente.
¿Era un príncipe azul?
Uno muy falso y descarado.
Entonces... ¿qué es lo que lo hacía tan especial ante los ojos de las mujeres?
Supongo que nunca lo sabré.
— ¿Qué haces aquí? — Había estado tan distraída que no había notado que Ahren había entrado a mi habitación — ¿No se supone que deberías estar en la escuela ahora? — Y así era.
¿Estaba molesto conmigo? Tenía el ceño fruncido, lo cual me indicó que estaba en problemas.
Ahren era quien estaba a cargo de la casa y de la familia cuando su padre estaba fuera del país por negocios. Hadrian no era un hombre de riesgos, él no pretendía arriesgar el apellido de su familia confiándole esa gran responsabilidad al menos disciplinada y confiable de sus hijos.
— ¿Me estás escuchando? — Ahren llamó mi atención —. Deberías mostrar más respeto cuando alguien te está hablando. — Estaba más que claro que estaba furioso y que no tenía la más mínima intención de tolerar ninguna clase de comportamiento inapropiado por parte mía, ni de nadie.
— Sí, te estoy escuchando, Ahren — le contesté —, me disculpo si creíste que no lo hacía. — Lo mejor era no estar en malos términos con él.
— ¿No deberías estar en la escuela en este momento?
— Se suponía, pero Alois me dejó inconsciente después de haber bebido de mí y luego Alexandre...— intenté explicarle todo.
¡Tch!
Con un gesto de molestia, Ahren interrumpió mi explicación. Él estaba muy molesto con su hermano mayor.
— Estoy harto de tener que lidiar con su actitud tan irresponsable. Alexandre siempre ha sido una piedra en el zapato para nuestra familia y en especial para mí. Creo que mi paciencia ha llegado a su límite. — El tono de su voz era serio y se podría decir que un poco aterradora.
Por la mirada que tenía, era evidente que tanto Alexandre como Ahren no se soportaban. Ellos eran hermanos y de la misma madre, pero se odiaban a muerte y solían discutir todo el tiempo por el comportamiento del mayor y su falta de interés en casi todo.
— Quizá si me apresuro, pueda llegar a matemática y a ciencia. — dejé entrever.
— No lo creo. — negó con seguridad.
— ¿Disculpa? — No entendí lo que quiso decir.
— No te di permiso para que salieras de la cama. — murmuró — ¿en algún momento lo hice? — inquirió.
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Intenciones Oscuras
VampireMientras que una ambiciosa nación espera la llegada de su nuevo rey, el único que será capaz de ganar una guerra que lleva siglos sin concluir, una inocente adolescente nunca pensó convertirse en el objeto de pelea entre dos mundos distintos y una f...