Capitulo 1

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Abrí los ojos lentamente por la luz que entraba por la ventana, sentía un dolor de cabeza horrible no recordaba nada de lo que había pasado la noche anterior, escuche sonar mi teléfono el cual estaba en la mesa de noche al lado de mi cama, tome mi celular y vi un mensaje de mi hermano Cristian.

-Paola estúpida, baja a desayunar, tienes que ir a el colegio.
-Si pedazo de animal.

Era normal recibir esos mensajes tan cariñosos por parte de mi hermano, me entre a el baño y me di una ducha de unos 30 minutos, me puse el uniforme y baje a desayunar le di un beso a mi padre y un pellizco a mi hermano, note una sonrisa en el rostro de ambos, me preguntaba que les causaba tanta gracia, por la riza contagiosa de mi padre empece a reírme con ellos . -¿Que les causa tanta gracia?. pregunte como pude por la risa que ambos me causaban, ellos no paraban de reír, así que yo decidí pararme e irme a el auto de mi hermano, el se paro de la silla y ambos nos despedimos de nuestro padre. -Que tengan un buen día. Dijo sin quitar los ojos del periódico.

Unos 15 minutos después mi hermano me dejo en la entrada del colegio -Que tengas buen día pedazo de animal. Le dije mientras abría la puerta del coche. -Lo mismo digo piojosa. Cerre la puerta del auto y me quede viendo el auto marchándose, deje escapar una sonrisa al sentir las manos de alguien de alguien en mi cara, quite sus manos y no era nada menos que mi amiga Keysi, al verla le di un abrazo que casi le rompo las costillas, caminamos juntas hasta el pasillo ya que hoy estaríamos en clase distintas. Entre a clase y me senté al fondo, era algo normal en mi, no me gustaba mucho la clase de matemáticas, creo que no soy la única persona que odia esa clase, estaba casi dormida cuando siento la vibración de mi teléfono en mi bolsillo, era un mensaje de un numero desconocido

-Te espero a las 2:15 detrás de la cafetería ve sola, y se puntual. Estuve pensando todo el día en ese mensaje, al salir de clase de matemáticas fui a buscar a mi amiga y me dijeron que tuvieron que llevarla a el hospital porque se desmayo, tome mi celular y empece a llamarla y no contestaba, en mi cabeza daban vuelta mil cosas, sobre mi amiga y ese mensaje extraño, trate de calmarme un poco y no pensar en nada, decidí ir a la cafetería y tomarme un café, estaría libre 2 horas ya que el profesor de ingles no fue a la escuela, salí con mi amigo Gregory a comprar unas cosas para el cumpleaños de su novia, duramos horas buscando y no pudimos encontrar nada, se estaba volviendo frustran te escuchar a mi amigo lamentarse por no poder encontrarle un regalo a su novia.

-¿Porque no simplemente le quitas la virginidad?, eso seria un gran regalo para ella. Le dije

- Eres bien mal pensada, pero tampoco seria un mal regalo. Ambos reímos, sentí mi celular vibrar y era el numero desconocido, no pude evitar abrirlo, ademas quería saber quien me estaba enviando esos mensajes

- Ya casi es hora preciosa. Mire la hora y eran las 1:50, me despedí de mi amigo con un beso en su mejilla y salí corriendo a la escuela sin escuchar nada de lo que decía, ya eran las 2:10 cuando llegue a la parte de atrás de la cafetería, mi celular empezó a sonar, era el numero desconocido

-Hola. Le dije algo nerviosa
-Hola Paola, ya estas ahí?

-Si, tengo clase a las 2:30 así que esto tiene que ser rápido. Colgó la llamada y mientras miraba mi celular sentí una mano en mi hombro, me voltee y vi un chico de unos 2 metros parado a mi lado, sentí mis rodillas temblar y me paso una caja

-Tómala y no la abras hasta llegar a tu casa, ¿Te quedo claro?. Asentí, mire la caja y al levantar mi cabeza ya el chico ya se estaba marchando, fui a clases pero sin dejar de pensar en que había en la caja, al salir de clases llame a mi amiga pero aun no me contestaba, estaba muy preocupada, temía que le fuese a pasar algo. Mi hermano me estaba esperando en la salida como de costumbre, entre a el auto, y no nos dirigimos la palabra, se le notaba que estaba cansado, así que no quise molestar, estábamos ambos metidos en nuestros pensamientos camino a casa.

Mas que una adolescenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora