Capítulo 7

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Había llegado a casa y estaba bastante cansado, mi madre estaba acostada y mi padre no se encontraba en casa.  No me había acomodado bien en la cama cuando recibo un mensaje de Valentina.
-Tu hermana acaba de despertar, esta algo confundida, estaba preguntando por ti, y por sus padres, al parecer no recuerda nada de lo que paso.
-Dios mio. No puedo creerlo, mañana iré a verla.

Paola P.O.V.

Estaba confundida, estaba en un hospital,  se notaba que estaba bastante mal, no sentía las piernas y no podía mover mis brazos, tenia muchas partes del cuerpo vendadas y con moretones en casi todo mi cuerpo.  Una chica entró a mi habitación, era hermosa, tenia un cuerpo que cualquier mujer envidiaria y todo hombre desearía.
-Hola Paola, perdón si te molesto pero tu hermano vendrá a verte mañana temprano, mi nombre es Valentina, si necesitas algo estoy para servirte.
-Gracias. ¿Donde esta mi hermano?
-Está en su casa.  Es mejor que descanses Paola, lo necesitas.

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Me despertaron temprano para hacerme análisis, cuando me entraron a la habitación mi hermano estaba sentado en el sofá, le le notaba algo débil y con ojeras al parecer no había dormido bien, tenia los ojos centrados en la ventana y estaba muy inmerso en sus pensamientos, el enfermero me dejo al lado de la cama, al cerrar la puerta mi hermano me miró con lagrimas en los ojos y sonrió.
-Nos iremos esta tarde, ya arregle tu maleta.
-Está bien, oye y por lo menos saluda, ¿Cómo estás?
-Jaja, lo siento, hola Paola, estoy bien, y tu?
-Pues bien. De repente nos invadió un silencio no esperado, ninguno de los dos podía hablar, ni tampoco reclamar, ni decir nada, mi hermano solamente se quedó mirándome fijamente desde el otro lado de la habitación con lágrimas en sus ojos, se acercó a mí se puso a mi nivel y lloró unos minutos y sobre mis rodillas suplicándome perdón, diciendo una y otra vez -fue culpa mía, fue culpa mía, fue culpa mía, lo siento mucho fue todo mi culpa. Al verlo así tan destrozado no pude contener mis lágrimas y me puse a llorar con él mientras le decía: -Descuida y ya todo pasó, yo estoy bien. Ambos duramos un  buen rato llorando abrazados.
-Te extrañe mucho, no sabes cuánto veces lloré por tu ausencia, pensé que podría haberte perdido, me aterraba de no poder compartir contigo otra vez, no sabes por las frustraciones que pase durante todos estas semanas, no había noche en que no dejará de pensar en vos estaba aterrado y si jamás te despertabas, no hubiese podido soportar algo así no, no,no, me lo hubiera podido perr, perr, se comenzó a quedar sin vos por el llanto y solo se escuchaban sus sollosos, toma su cara y deje un beso en su mejilla.  -Todo estará bien Cristian, te lo prometo.

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Unos días después.
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-Levántate dormilona que es tarde y debemos desayunar para ir a ver a mamá.
-Ya voy. Le dije aun perezosa en la cama, el me miraba desde el otro lado de la habitación, estaba saliendo de la ducha.  Entre a el baño y me mire en el espejo, aun tenia algunos golpes por el accidente, pero sabía que pronto desaparecerían, empecé a quitarme la ropa y entre a la ducha. 30 minutos después
-Paola date prisa. Yo estaba muy inmersa en mis pensamientos mirando a la nada mientras el agua recorría mi cuerpo.  Salí del baño y veo una bolsa encima de mi cama, era un vestido de flores hermoso, con unos zapatos blancos, al lado una nota que decía: -mi hermana, la chica que más tarda cuando hay prisa, te compre esto, espero que te guste, te espero abajo en el restaurante.
Cristian.
Tenía una sonrisa en mi rostro mientras leía esa nota, termine de arreglarme y baje a desayunar, empecé a buscar a mi hermano con la vista, el muy estúpido estaba a mi lado y yo sin darme cuenta que el muy estúpido estaba a mi lado, nos sentamos a desayunar y más tarde salimos a casa de mi madre.  Mi madre llego y nos recibió pasamos todo el día charlando, hasta que llegó la noche y así mismo el otro día.
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Siento unos movimientos suaves en mi hombro. -Despierta cariño, ya es medio día. Abro los ojos y veo a mi querida madre sentada al lado de mi cama. -Buenos días mami.
-Buenos días cariño, bueno, mejor dicho buenas tardes, baja a comer algo iremos de compras. Me dio un beso en el cachete y salió del cuarto, entre a el baño, me duche y baje a desayunar o comer, la verdad no sabía ni la hora, mi hermano estaba abajo conversando con mamá
-Tenemos que irnos en dos días mamá, ella debe ir a la escuela, yo tengo compromisos, no puedo quedarme o mejor dicho no podemos quedarnos.
-Está bien cariño, entiendo perfectamente, yo iré pronto con ustedes.
-Holaaaaaaaaaaa. Grite mientras caminaba hacia ellos. -Te deje algo de comer en la mesa, tu hermano saldrá a encontrarse con tu padre y pues tu y yo nos vamos de compras cariño.
-haha, vale mamá. Acabe de comer y tome una manzana, mamá ya me estaba esperando en el auto, cerré la casa y entre a el auto de mi madre. Pasamos todo el viaje en silencio, llegamos al mall y mi madre me llevo a comprar un celular ya que había perdido el mio en el accidente, compramos mi celular y seguimos haciendo compras, entre a mis redes sociales y tenía bastantes mensajes. No los abrí, quería hacerlo con calma al llegar a casa, seguí de compras con mi madre, entramos a todas las tiendas posibles, salimos de la última tienda y fuimos a comprar pizza y helado.
-¡Te piensas comer todo eso!. Me dijo mi madre con sus ojos abiertos como platos. -Pues claro, son solo 6, casi nada. Le dije mientras le daba un mordisco, nos marchamos, al llegar a casa mi hermano aun no llegaba, puse todo lo que compre en el suelo y mi madre subió a darse una ducha. Fui a la cocina y me tome un basó de agua, comencé a subir mis cosas, tire todo a un lado y me eche de boca en la cama, tome mi celular y empecé a revisar mis mensajes, tenia muchos mensajes Keysi, 450 para ser exacta, comencé a leerlo, decían cosas tan hermosas y tristes a la vez, los problemas en su casa y todas esas cosas, le respondí un enorme mensaje, era tarde así que decidí darme una ducha, al salir, tenia 5 llamadas perdidas y 2 mensajes en el buzón de voz, los escuche y era esa maldita voz que jamás olvidaré.
-Me alegro que te hayas recuperado de tu accidente, te quiero nena (mando un beso). No supe como ponerme en ese momento, mi respiración comenzó a acelerarse y mi corazón a latir cada vez más rápido, sentía que la cabeza me daba vueltas y todo estaba nublado.

Mas que una adolescenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora