Capítulo 6.

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- -No sé, no lo he preguntado. Puede que, al final, tenga que comprar uno.-Christian
dedicó una sonrisa a Ana-. Debería poner un teléfono público sólo por ver la cara
que pondría tu padre.

Anastasia se echó a reír.

-Estoy segura de que le encantaría.

Christian volvió a lanzarle una rápida mirada.

-Es una pena que no nos hayamos visto en tanto tiempo, Any.

-Llámame Anastasia, por favor.

-¿Tus amigos no te llaman Any?.

-No, sólo Ray y Carla.

-¿Tienes novio?.

La pregunta no sorprendió a Anastasia. En realidad, era natural que se lo preguntase
y no vaciló al contestar.

-No, no tengo novio. ¿Y tú, estás con alguien?.

-No.

De repente, Anastasia quiso saber cuántas mujeres había habido en su vida, quiénes
eran y si habían sido importantes.

-¿Has estado casado alguna vez? -le preguntó ella.

-No. ¿Y tú?.

-No, nada de eso.

Anastasia sospechó que Christian Grey se quedaría bocabierto si supiera que todavía era
virgen. Igual que las demás personas que la conocían. Era su secreto; ni siquiera sus
mejores amigas lo sabían.

Cuando estás hablaban de hombres, Anastasia fingía saberlo todo.

Se daba cuenta de que su actitud al respecto era muy conservadora, y se debía a
los valores que Ray y Carla le habían inculcado. A pesar de parecer muy libres y
liberados, sus padres seguían una estricta moralidad.
Por eso precisamente, la cuestión de Sara Green era tan inquietante.

Cuando llegaron al pueblo de River Oaks, Christian le preguntó qué quería comprar.

-Sobre todo, unos vaqueros -respondió Anastasia-.También quiero un par de zapatillas de deporte, unos calcetines y cosas así.

-Entonces vamos a Burton.

Christian condujo unas manzanas y dejó el coche en un aparcamiento desde el que se
veía la tienda.

Dentro, Christian la siguió al departamento de ropa para mujeres y luego empezó a
pasearse por la tienda. A Anastasia no le llevó mucho comprar unos vaqueros, unas
zapatillas deportivas, calcetines y una chaqueta ligera. Con las compras en la mano, fue
a buscar a Christian y lo encontró en la sección de deportes.

Estaba mirando unas linternas y, cuando vio a Anastasia , sonrió con expresión de
sorpresa.

-¿Ya has terminado?

-Sí. ¿Necesitas una linterna nueva?.

-Sí. Esta está muy bien, ¿no te parece? -preguntó él mostrándosela.

-Sí me lo parece, pero no soy una experta en linternas.

-Dicen que tiene una luz especial que no atrae a los insectos.

-Cualquier luz atrae insectos.

-Creo que voy a comprarla, a lo mejor funciona.

Christian fue a la caja con la linterna.

La cajera parecía distraída y le dio mal el cambio.

-Me ha dado diez dólares de más, señora.

Mi Primer Vals.(Adaptada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora