Capítulo 4.

233 36 1
                                    

. -Bueno, ¿vas a decirme qué mosca le ha picado a tu madre?.

-Creo que has oído la conversación.

-Está que trina por lo de Sara Green.

-¿Conoces a esa Sara Green?

-¡Claro que conozco a Sara Green! Es una cantante
y, por cierto, muy buena.

-carla ha oído rumores sobre ti y Sara Green.

-La gente habla demasiado.

-No estoy pidiéndote ninguna explicación, Ray. Pero quizá debieras llamar a Carla. Me ha pedido que te lo diga.

-Tu madre no tiene intención de hablar, ése es el problema.Quiere montarme un número y no estoy de humor para ello.

Anastasia sintió que algo de verdad debía haber algo en esos rumores, pero no lo dijo.
Ese era el motivo por el que Ray estaba en casa de Christian: no porque quisiera dejar el
mundo del espectáculo, sino para evitar una confrontación con Carla.

Anastasia lo sentía tanto por su padre como por su madre. La tasa de divorcio era muy alta entre la gente del espectáculo.

Salió de la carretera y tomó el camino que conducía a casa de Grey.

-Creo que no voy a quedarme, Ray.

Su padre la miró.

-No tomes partido, Ana.

-No lo estoy haciendo.

-Sara Green era... Bueno, es una buena chica, pero no es importante para mí. ¿Me
comprendes?.

-Creo que sí.

-Tu madre y yo... hemos tenidos nuestros altibajos.

-Lo sé -respondió Ana reprimiendo las lágrimas-. Llámala, Ray.

Él negó con la cabeza.

-Todavía no. Está muy enfadada y no quiero oírla -de repente, sonrió-. Hay unos filetes en el congelador. Podríamos sacarlos para que se descongelasen y preparar una buena cena esta noche. Una cena sorpresa para Christian.

Ana vaciló, pero por fin asintió.

-Estás seguro que a Chris no le importará que me quede?.

Ray abrió la puerta del coche y salió, Anastasia hizo lo mismo.

-No, claro que no. ¿Por qué iba a importarle?.

Entraron en la casa.

-¿Cómo es que Chris no tiene teléfono? -preguntó ella.

Ray fue directamente al frigorífico.

-Está pensando en poner un teléfono de fichas en el jardín de atrás.

-¡No!.

-A veces necesita hacer una llamada.

-Sí, de eso no me cabe duda. Pero... ¿por qué no lo instala en su casa?. Ray, ¿no
te parece muy raro?.

-Christian no es raro, es diferente.

Anastasia cogió una naranja del frutero.

-Carrie también era diferente, ¿verdad?.

-Sí, pero de distinta forma. Carrie era un músico, Christian no lo es. Aunque sabe tocar la guitarra casi tan bien como carrie.

La expresión de Ray se tornó nostálgica.

-Echo mucho de menos al viejo Carrie.

Anastasia se sentó a la mesa y comenzó a pelar la naranja y su padre salió de la cocina.

Mi Primer Vals.(Adaptada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora