Mi Primer Vals.(Adaptada)

Capitulo 15.

-¿Queé quieres, que me quite el cinturón de seguridad?.

-Hay otro en el medio.

-No, es mejor que me quede donde estoy y que tú conduzcas sin distracciones.

Confuso por el comportamiento de Anastasia , Christian trató de bromear.

-A propósito, no me has pedido que me case contigo... y sé que te han encantado

mi truchas.

-Tus truchas son fabulosas, pero no estoy lista para el matrimonio. Supongo que,

al menos por el momento, tendrás que permanecer soltero, Christian Grey.

Christian se dio cuenta sin lugar a dudas de que algo ocurría, lo notaba en su tono de
voz. Se había vuelto distante con él.

Buscó mentalmente algún tema de conversación que pudiera animarla. Además,
había algo que quería que Anastasia supiese. Desde el momento en que Ray le habló de incorporarse a su grupo, Christian había pensado que eso agradaría mucho a Anastasia; aunque,
en realidad, a él no le hacía muy feliz. A pesar de lo cual, no había rechazado la oferta

de Ray.

-Tengo que darte una noticia -dijo él.

-¿Ah, sí? -dijo Anastasia con fingido ánimo.

Sabía perfectamente la noticia que era.

-Ray me ha pedido que toque en su grupo durante nn tiempo. Gus Breen tiene
otras cosas que hacer por el momento.

-¿Y?

-Bueno, no ha sido una decisión fácil para mí, pero le he dicho a tu padre que le ayudaré.

-Me alegro por Ray -murmuró ella-. Y también por ti, por supuesto.

-Pasaré mucho tiempo en Nashville, así que podremos vernos con frecuencia.

Anastasia se aclaró la garganta.

-Supongo que sí.

Christian lanzó una nerviosa carcajada.

-Tu entusiasmo me conmueve.

-Christian, he estado pensando que hemos ido muy de prisa. No estoy preparada

para... bueno, ya sabes para qué.

¿Que habían ido muy de prisa? A Christian le dio un vuelco el corazón.

-¿Para comprometernos?

-Si, puedes llamarlo así si quieres.

-¿Y has pensando eso esta noche?

-Sí, más o menos.

Christian volvió el rostro y la miró.

-¿Estás insinuando que no quieres volverme a ver?

Anastasia se agitó en su asiento.

-Será inevitable que nos veamos, Christian. Lo contrario sería imposible si vas a

trabajar con Ray y en Nashville. Sin duda alguna, nos veremos accidentalmente.

-¡No comprendo lo que me estás diciendo! Creí que nos entendíamos muy bien.

-iY nos entendíamos! Quiero decir... que nos entendemos.

La emoción en la voz de Christian la sobrecogió. A pesar de sus sentimientos
negativos respecto a que Christian entrara en el mundo de la música, no tenía ningún deseo