Capítulo 5.

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Sin embargo, pensándolo bien, Christian parecía un soltero empedernido y algo extraño. ¿Un teléfono de fichas en el jardín? ¿Trabajo en la construcción cuando tenía un montón de dinero? ¿Vivir ahí solo?.

Ray había dicho que Christian Grey era el hombre más sensato que había conocido en su vida; no obstante, Ray steele no podía
ser un buen juez de la normalidad y la sensatez.

Sí, tenía que analizar seriamente esas reacciones tan extrañas. No era propio de ella hacer algo de lo que podía arrepentirse después.

* * * * * * * * * * *

La cena estaba sabrosa, pero Ray y Christian alabaron las ensaladas y el pan de maíz
tanto que Anastasia al final, tuvo que decirles que se callaran de una vez.

Riendo, los hombres comenzaron a hablar de la excursión de pesca que incluía una noche de
acampada y levantarse temprano para salir a la mañana siguiente.

Habían cenado en el jardín y todavía estaban allí sentados.Anastasia bebía un café
y los escuchaba, encantada con la camaradería que veía entre su padre y Christian.

Ray tenía muchos amigos, pero a Anastasia le pareció que su amistad con Christian era especial.

Ahora recordaba que Ray, alguna vez, había mencionado al hijo de Carrie; sin embargo, ella no había mostrado ningún interés, ya que sólo recordaba a Christian Grey de cuando eran pequeños.

Christian Grey era de su edad, o unos años mayor, y una delicia para la vista. Vestido con unos pantalones vaqueros viejos y una camiseta blanca, y una sonrisa que acompañaba la mayoría de sus comentarios, Christian Grey era un hombre al que pocas
mujeres se resistirían.

-Entonces vas a venir con nosotros, ¿verdad? -dijo
Ray a su hija.

Anastasia salió de su ensimismamiento.

-No tengo ropa adecuada.

-Eso no es un problema grave -dijo Christian mirándose el reloj-. Las tiendas todavía están abiertas. Podríamos ir ahora al pueblo a comprar lo que necesites.

-¿Cuántos kilómetros hay al pueblo? -preguntó Anastasia.

-Unos treinta.

Ray se puso en pie.

-Id vosotros dos mientras yo friego los cacharros.

-Estupendo, ¿te parece, Anastasia?.

La decisión era suya y Christian se levantó lentamente.

-Bueno... sí, supongo que sí. Deja que me lave las enanos y me cambie de ropa. Estos pantalones cortos...

-Eh, no os queda tiempo para eso -dijo Ray-. Estás bien como estás, ¿no te parece, Christian? ¿No crees que va bien así?.

Christian contempló sus sedosos cabellos castallos, la camiseta rosa, los pantalones cortos blancos y sus largas y bronceadas piernas.

-Sí, me parece muy bien.

Las mejillas de Anastasia enrojecieron al instante. Aunque Ray y Christian habían comentado que su apariencia era buena, no estaba dispuesta a ir de compras con pantalones cortos.

-Sólo tardaré unos minutos.

Y salió corriendo.

-Es una chica extraordinaria, ¿no crees? -le dijo Ray a Christian cuando se quedaron solos.

Christian sonrió maliciosamente.

-Sí, Ray, lo es.

-¿Sabes una cosa? No me importaría nada que tú y Anastasia os hicierais buenos
amigos -declaró Ray.

Mi Primer Vals.(Adaptada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora