Mi Primer Vals.(Adaptada)

Capitulo 11. Paseo...

Durante el paseo,Christian la ilustró con sus conocimientos sobre árboles y pájaros y diversas especies de hierbas curativas. A Anastasia le impresionó el conocimiento que mostraba sobre el mundo vegetal y animal. Los bosques de Tennessee eran hermosos y exuberantes y aunque reconocía

algunas plantas que Christian le indicaba, no sabía sus nombres.

Sin embargo, Anastasia sospechaba que aquella conversación sólo servía para encubrir algo más profundo. Posiblemente, Christian estaba pensando en otras cosas; pero,

ya que ella no le había hecho ninguna insinuación, se las callaba.

Anastasia pensó en ello mientras andaban. ¿Estaba dispuesta a darle a Christian Grey una señal que pudiera interpretar? Le apetecía que volviera a besarla, pero estaban solos y

lejos de casa; por eso, no estaba segura de que fuese una decisión adecuada.

Pero... ¿cuándo le había gustado un hombre tanto? cuándo se había reído con tanta facilidad? ¿Cuándo había disfrutado tanto bromeando con alguien?

De repente, Anastasia se dio cuenta de que Christian iba muy de prisa.

-Espera, me estoy cansando.

Él se volvió y retrocedió.

-Perdona, no me había dado cuenta...

-Es que ya no estoy acostumbrada a esto. Estás en muy buena forma.

-Quizá necesites hacer más ejercicio del que haces.

-Sin duda. Él sonrió.

-Después de que comas mis truchas y que me pidas que me case contigo, y de que yo te rechace durante las últimas semanas, me aseguraré de que haces el suficiente ejercicio.

Christian estaba bromeando de nuevo, pero Anastasia tuvo el presentimiento de que el ejercicio al que Christian se refería no era precisamente pasear por el campo.

Sus miradas se encontraron y a Anastasia casi se le paralizó el corazón.

-Tú también me dejas sin respiración, Baby.

-Chris...

-Sabes que quiero besarte -dijo Christian acercando el rostro al de ella, pero deteniéndose a varios centímetros-. Bésame, Baby. Rodéame el cuello con tus brazos y bésame.

Ella alzó los brazos hasta los hombros de Christian y sus ojos se nublaron.

-¿Me has traído aquí para salirte con la tuya, Christian Grey?

La boca de él acarició la de Anastasia.

-No, pero es una idea. No te preocupes, estoy bromeando. No soy esa clase de

hombre.

-Y yo no soy esa clase de mujer, Chris.

-Lo sé. Tú eres una mujer especial, Anastasia. Me di cuenta en el momento en que te vi.

-¿En serio?

Los dos se miraron fijamente.

-¿Qué pensaste cuando me viste tú a mí? -le preguntó Christian.

-Yo... nada, ¿quién serías?

No estaba dispuesta a confesar que le había dado un perfecto diez.

-Yo te llevaba ventaja -admitió Christian-, sabía quien eras.

Alzó las manos y le tomó el rostro entre ellas.