Alexa Richenburg tras hechos inevitables su vida da un giro de 180° por lo que tiene que encontrar la dicha "Flor de la muerte" para poder salvarse y salvar a sus amigos.
Mientras va tras la flor, en el camino se encontrara con diversas aventuras, t...
Empiezo a encontrarme nuevamente en aquella oscuridad que me inunda en una profunda soledad que no me gustaba en lo absoluto. Pensé que era cómo el anterior "Sueño", por lo que esperé a que aquella luz apareciera... .Pero al no aparecer aquella luz, ante mi impotencia de no saber qué poder hacer, entre en la desesperación, aunque sabía muy bien que aquella actitud no me iba a servir para nada, que no me ayudaría a salir de la soledad y la oscuridad, que me inundaba con fuerza, hasta ya no poder resistirme ante él.
Entonces una fuerza desconocida me arrastró del lugar, para llegar de golpe a una sala de una casa, me imaginó que es una casa, la verdad no sé. Pero en el lugar logré distinguir distintos estantes de diferentes tamaños, donde se encontraban un montón de frascos de cristal y al parecer también habían objetos extraños que jamás en mi vida los había visto. Mientras me quedaba mirando con atención los extraños objetos, de repente sentí cómo unos cálidos brazos me rodeaban la cintura, sorprendida me volteé para ver quién era, aunque justo en el momento escuché un grito que provenía del otro lado de la sala, corrí para saber qué había ocurrido, pero de inmediatamente observé por encima de mi cabeza los frascos, caían encima de mí y cómo aquel que estaba abrazando por la cintura, me sujetó las muñecas para evitar el golpe, pero ya era demasiado tarde para evitarlo. Pude sentir cómo los vidrios de los frascos traspasaban mi piel de la espalda, haciendo que cayera al piso. A pesar del dolor me arrastré a una puerta, donde supuse que era la salida, ya que no pensaba, ni en broma, que en ese momento sería mi muerte, pero me detuve en seco, cuando ví a la sombra del día anterior, justo frente a mis ojos. Además, también pude ver que en el suelo, habían 2 chicos y 1 chica que se retorcian de dolor, además la sombra los miraba fijamente con frialdad e ira. Al notar mi mirada fija en él, este se acercó y de la nada se convirtió en una bella mujer, cuyas orejas eran ¿Punteagudas?, ahora creo que sí es mi imaginación la que me esta engañando. El color de su cabello era de un blanco puro como la nieve, donde tenía una hermosa flor tropical enganchado en su oreja, también llevaba un vestido largo, donde parecía ser inseparable de él. Antes de poder decir alguna palabra, mis ojos se empezaron a nublar, quedándome como último recuerdo, antes de desmayarme, con su fría mirada de indiferencia, donde pude notar también un poco de asco al observarme, pero segundos después ya estaba nuevamente en medio de la oscuridad.
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A la mañana siguiente me desperté gracias a los gritos de mi madre, indicándome que me despertará ya que se me había olvidado que teníamos muchas cosas que hacer con la casa. Al saber que mi madre no iba a parar de gritar, hasta que no despertará, me levanté de un solo salto, pero no pude evitar que salga un gemido de dolor, al sentir fuertes punzadas en la espalda, adolorida me toqué la espalda y sentí un líquido, al mirarme las manos, aquel líquido era de color rojo.
- Pero ¡¿Qué demonios?! - exclamé, mientras me dirigía al baño con dolor.
Al entrar al baño, inmediatamente busqué un espejo, para verme qué tenía mi espalda. Minutos después me levanté la ropa de la espalda con esfuerzo y ví que estaba llena de sangre, ya que tenía un montón de pequeños agujeros, cómo si me hubieran hecho acupuntura, donde al parecer no salio muy bien.
