La Flor de la Muerte

El Pasado Vuelve...

Me despierto por el maravilloso sonido del despertador..., no mentira, no saben como odio ese sonido, junto con Liz y su increíble idea de regalarme un ¡Despertador!, aunque le dije que tendría que empezar a hacer la pobre tumba del despertador en el jardín, y yo cumplo mi palabra. Así que como odio con toda mi alma que interrumpan mi sueño, agarre mi arma de fuego que está debajo de la cama y apreté el gatillo..., si lo hice volar como la buena persona que soy.

Lo que pasa es que en los entrenamientos, me enseñaron el combate cuerpo a cuerpo, el uso del arco, la espada, la daga y las diferentes clases de armas de fuego que hay, y resulta que gracias a Kiara, no es por presumir pero, soy buena en todo, solo que mi especialidad es el arco, las armas de fuego y las dagas. Lo irónico es que Liz es la encargada de esas 3 especialidades y me tuvo que regalar todas las armas que tengo, por eso me dijo que se arrepiente el haberme regalado y enseñado todo lo que sé, lo bueno es que no me puede quitar ya que los guarde en mi caja fuerte, que al parecer cada habitación tiene.

Se que Liz se va a enojar... otra vez..., por lo del despertador..., solo espero que no venga gritando a mi habitación como ayer. Olvide mencionar que Liz es mi encargada que el jefe del clan eligió para mi.

- ¡ALEXA RICHENBURG! ¡¿PORQUÉ SIEMPRE TIENES QUE HACER VOLAR, LANZAR POR LA VENTANA O PISAR HASTA HACER AÑICOS LOS DESPERTADORES?! - y ahí está de nuevo gritando histéricamente, lo que me faltaba, gracias a sus gritos se me está pasando el sueño.

- Liz te lo advertí, no me gustan los despertadores, ahora ¿Podrías salir?, quiero dormir - me tapé con las sábanas hasta la cabeza.

- Alexa... entiendo que no te gusten, a mi tampoco me gustan... pero eso no significa que ya has hecho añicos 45 despertadores - no es mi culpa, por eso le dije que hiciera las tumbas para conmemorar la valentía de ser mis despertadores.

- Entonces ¿Porqué los sigues comprando, si sabes que los voy hacer volar? - en el blanco,
Alexa 1 ~ Liz 0, en tu cara.

- Porque en la primera semana, siempre llegabas 3 o 4 horas tarde a entrenar, además de que duermes peor que una roca o hasta el mismo muerto, tuve que ordenar que te lleven a la sala de entrenamiento como un saco de papas, para que luego yo misma te vote a la piscina - como le guardo rencor de ese día, todos los del clan se rieron en mi cara, aunque ya no tienen de qué reirse si estás en el hospital...,
Alexa 1 ~ Liz 1.

- No sabes cuanto te odio por eso - mi lindo sueño se fue, más puntos de rencor.

- El sentimiento es mutuo, me has causado un sin fin de problemas, creo que a cada segundo me tengo que disculpar por tu comportamiento - miré por un agujero que hice con las sábanas, y Liz tenía un semblante serio... - Ahora levántate que tenemos un festejo de bienvenida de todos los clanes, es esta noche - ¿Festejo de bienvenida?, no quiero, odio los festejos o cualquier cosa relaciondo a las fiestas.

- ¿Y?, no es mi problema, no me puedes obligar a ir - que se vaya al demonio con su festejo, nadie me va a obligar a asistir.

- Claro que sí - se cruzó de brazos y me fulminó con la mirada.

- ¿Y porqué?, me gustaría saber la razón - no quiero meterme más a este mundo, sino lo voy a empezar a odiar y yo no quiero eso, quiero mantener, al menos, algo de paz.

- Porqué eres una del clan, alguien especial y todo lo que es especial tiene que asistir, además de que te va a servir para entender mejor este mundo y así te podrás adaptar más rápido - me dio una sonrisa que difícilmente podría que decir no..., a veces odio ser sentimental ya que aunque por fuera soy fría, por dentro sigo teniendo corazón, pero... .

- Esta bien, pero... - la miré a los ojos e inmediatamente sonreí peor que el gato en el país de las maravillas - Pero... tendrás que dejar de comprar los benditos despertadores - listo gané.