ASESINO SERIAL (YAOI/GAY) TERMINADO ✔

Capítulo 5:Frialdad

Shindo

Despierto y sigo encerrado en está habitación. Tengo mucha hambre y ya empezó a dolerme la barriga y tengo mucha sed.

— ¡Kudo! Por favor perdóname —grite con fuerza.

— Nunca te perdonara, morirás en esta habitación. Kudo no perdona la traición, solo quiere matarte lentamente. Mejor guarda energías. Pierdes tu tiempo gritando. Kudo no vendrá —dijo Tedi burlón.

— ¡Largate! —grite molesto.

Odio a ese tipo, siempre disfruta mis desgracias. Lo odio.

— Jajaja, adios.

No lo soporto quiero matarlo.

Termino de discutir con Tedi y me siento mareado. No entiendo el porque. Será porque me altere. Tedi lo hizo apropósito, quiere matarme.

Empecé a respirar lento y caí al suelo. Mis ojos se cerraron lentamente.

Kudo

Escucho unos gritos y supongo que es de Shindo, aún sigo molesto y no pienso perdonarlo tan fácil.

Bajo al comedor a desayunar y veo a Tedi feliz.

— Hola Kudo, hoy es un hermoso día —comento alegre.

— Hola Tedi. Te ves muy felíz. Hoy tenemos trabajo. No te olvides.

— Si lo se Kudo, no te preocupes. Esta todo listo, solo tenemos que esperar la noche.

Termino de desayunar y Gelo se me acerca.

— Buenos días Kudo.

— Buenos días Gelo ¿Que sucedió?

— Es sobre Shindo, lleva días encerrado. 

— Sigues pidiendo clemencia por el.

— Es aún un niño. Por favor dale otra oportunidad. Debería estudiar, para que se distraiga. No siempre va estar encerrado. Usted no lo va a proteger toda la vida.

No entiendo porque Gelo se preocupa tanto por el. Quizás tenga razón, debería meterlo a estudiar para que mantenga su mente ocupada. No lo protegeré toda la vida.

Pasaron las horas y llego el momento. Tengo que ir a matar.

Aveces hay personas que se les puede matar desde lejos y en otros casos no. Tengo que acercarme. En esta ocasión mi víctima está dentro de su casa. Tengo que infiltrarse y estar cerca para matarlo.

Entro y veo a mi víctima a unos metros. Saco mi arma y apunto.

— ¡Amor corre! —grita una chica.

Lo cual me sorprende, porque según su expediente. Su esposa está de viaje, ella debe ser su amante.

Mi víctima voltea y intenta correr. Lo cual disparo y cae al suelo. La chica se me queda mirando. Voy por ella y le amenazo.

— ¿Quieres seguir con vida? O quieres que te mate ahora mismo —dije amenazante.

— Por favor perdóname, no diré nada. Yo solo soy su amante. No tengo nada que ver con el. Solo me acuesto por dinero. Nunca más me volverás a ver. Te lo prometo —dijo la chica llorando y suplicando.