Lauren's POV

Cada vez faltaba menos para el tan esperado 3 de junio y yo todavía no sabía que tatuaje iba a hacerme.

Me acerqué con cuidado al mostrador y toqué una pequeña campana.

Una chica castaña y muy bonita se acercó a mi, y no pude evitar sonrojarme.

- Buen día.

- Buen día, mi nombre es Lauren- le estiré mi brazo y ella lo tomó.

- Lucy, un gusto- sonrió - bien, ¿qué te trae por aquí, Lauren?

- Me gustaría hacerme un tatuaje.

- Genial- asintió y sus ojos comenzaron a mirar mis brazos y luego vagaron por el resto de mi cuerpo. Su mirada empezaba a incomodarme hasta que habló - no tienes ninguno ¿verdad?- ella solamente estaba en busca de algun tatuaje, esa información me alivió y a la vez me desepcionó un poco.

¿Tan evidente era que mi cuerpo no había sido tocado por ningun tipo de tinta?

Bien, al parecer lo era. Mi blusa dejaba mis brazos completamente al descubierto, y digamos que mi short no ayudaba mucho a cubrir mis piernas.

- ¿Qué te hace pensar eso?

- Bueno, estás muy nerviosa, además no hay ningun tatuaje a la vista, tengo mis motivos para sospechar.

- ¿Tan evidente es?- esta vez pregunté en voz alta.

- ¿Qué cosa? ¿Que no tienes tatuajes, que estas nerviosa o que tienes un buen culo?

Me sonrojé. Ella me había mirado.

- Okay, veo que no vas a contestar- rió y me pasó un cuaderno - ¿Qué tipo de tatuaje te gustaría hacerte?

Tome el cuaderno entre mis manos y comenzé a ojear las hojas.

Los dibujos eran muy lindos, aunque habían algunos que no me gustaban para nada.

¿Aquello era una anciana en llamas?

Mejor no preguntar.

- En realidad, aún no lo se.

Mis ojos seguían observando cada dibujo detenidamente hasta que encontré uno familiar.

- Este- señalé el dibujo y la chica hizo una rara expreción.

- ¿Ese? ¿Segura que quieres tatuarte una banana?

- No- dije entre risas y ella se unió sin entender todavía - una chica se lo hizo hace unos cuantos meses en su pantorrilla ¿sabes quién es?

- Escucha, yo soy una tatuadora y tengo muchos clientes a diario, no creo poder recordar a una de ellas.

- Es una cliente frecuente- intervine - podría apostar que viene cada 66 días.

- Ohh- ella pareció recordar algo - tu buscas a la muda Karla.

- ¿La muda Karla? ¿Ella es muda?

Ahora si que estaba desepcionada porque la chica sin expreciones era muda. No es que tenga algo contra las mudas, al contrario, pero en serio, me encantaría haber podido hablar con ella.

- No es eso.

Creo que me preocupe por nada.

- Ella no habla con nadie, solo llega y dice lo que quiere hacerse, paga, y se va.

Bien, me había preocupado por nada.

- ¿Crees que si vuelve podría hablar con ella?

- Si puedes hacerla hablar, tal vez- miró hacia el cuaderno y luego a mi - bien, al final ¿te vas a hacer un tatuaje?

- Pensandolo bien, tal vez no- cerró y guardó el cuaderno donde estaba - pero podría perforarme la nariz.

- Bien, te quedaría bonito un aro en esta parte- tocó el lado externo de mi orificio izquierdo - ven.

- No, ahora no- Lucy volvió al mostrador - quisiera pedir fecha para el 3 de junio.

- ¿Hora?- tomó el boligrafo y ojeó su agenda.

- Como a las 9 P.M.

- Casualidad- suspiró - 3 de junio, día 66, 9 P.M. hora reservada para Karla.

Sonreí.

Dinah, tenías razón, estupida.

Camila's POV

Faltaban dos días para que mi otra yo volviera.

- ¿Qué taruarás en mi cuerpo esta vez, Karla?

Tal vez parezca una persona loca a veces por hablar sola, tal vez esté loca y no logro darme cuenta, o tal vez soy una persona completamente normal y el resto del mundo esté loco. Nunca lo sabré.

Pero lo que se es que me gusta hablar con mi otra yo, siento que puedo comunicarme con ella y que ella se intenta comunicar conmigo mediante los tauajes y dibujos.

Cuando tenía unos 10 años, en mi quincuagésimo quinto día 66, dibujé un bebé, es decir, mi otra yo dibujó un bebé. Al poco tiempo mi madre se enteró de que estaba esperando a mi hermana Sofi.

A mis 13 años, cuandó decidí comenzar a tomar el boligrafo y escribir sobre mi cuerpo, lo primero que mi otra yo hizo fué una lagrima debajo de mis ojos. Un mes después visité a la psicologa y me diagnosticó depreción.

Hace poco pasó lo mismo con el "I like girls".

Vamos, admitanlo, mi otra yo es genial.

Además, siento que puedo tenes mi lado malo, siempre he sido esa chica debil de la que todo el mundo se aprobecha. Pero en el día 66, mi otra yo retoma venganzas del pasado de forma rencorosa.

Pero no me puedo quejar, me gusta mi otra yo.

A veces quisiera ser más como ella.

Quisiera actuar más como ella.

Tener valentía como ella.

Sentirme viva como ella.

Ser ella.

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