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Camila's POV

- ¿Te das cuenta que esto es muy peligroso, Camila?- asentí - esta chica..- pensó él nombre.

- Dinah- decidí hablar ya que ella no podría adivinarlo.

- Ella misma, bueno, lo que ella te dijo me parece completamente normal, es la mejor amiga de Lauren, quiere cuidarla- miré hacia el suelo sintiéndome culpable - quiere alejarla del peligro.

- Nunca lastimaría a Lauren, yo nun...

- Camila..- interrumpió y su voz sonaba llena de comprensión - se que no lo harías, pero creo que tienes competencia en intentar conquistarla, no sabes lo que Karla podría hacer por conseguir otra cosa que quieres.

Otra cosa que quiero, pensé.

Karla siempre me había hecho la vida imposible en ese aspecto.

Ella quería todo lo que yo quería.

Y lo peór era que ella lo conseguía.

- No puedo renunciar a ella por culpa de Karla- reproché mientras mis dedos jugaban con los hilos de mis pantalones.

Odiaba usar pantalones, prefería las polleras o vestidos, pero la gente siempre se asustaba al ver a una "damita con tanto tatuaje en el cuerpo".

- Yo te recomendaría que hables con ella- se acomodó en la silla.

- Oh, claro, ¿cómo no lo había pensado?- exclamé sarcásticamente - "Hey, Lauren, debemos hablar, ¿recuerdas a Karla?, si si, mi otra yo, bueno, ella quiere alejarte de mi y puede ser que haga cualquier cosa para conseguirlo... ¿A ti no te importa?"- mi voz salió burlona, y en cuanto terminé mi diálogo imaginario me dejé caer sobre el respaldo del sillón mientras bufaba.

- Bien, veo que no hay nada que te haga cambiar de opinión- me miró fijamente y se quitó las gafas - recuerda que estoy aquí para ayudarte a tomar mejores elecciones, en realidad, no conseguí un diploma por nada, ¿verdad?- bromeó y me hizo reír - recuerda que quiero lo mejor para ti, pequeña- acarició mi brazo y sonreí. Sentí como una lágrima comenzaba a escapar de mi ojo pero ella la secó - se que al final harás las cosas bien, confío en ti.

Luego de un rato de silencio, Ally por fin dijo "fin de la consulta", así que fuí a casa a buscar comida, para luego almorzar con Lauren.

Entré a casa y traté de hacer el menor ruido posible.

Mi madre era totalmente insoportable y no me dejaría salir de nuevo una vez adentro.

- ¡Kaki!- mi hermana gritó desde el sofá.

Gracias, Sofía, ahora creo que tendré que hablar con mamá para poder salir, pensé.

- Hasta que al fin llegas- la figura de mi madre se hizo presente, su cara era todo un poema - ¿Dónde estabas?

- Con Ally- me dirigí a la nevera para tomar algunas cosas.

- No me mientas, ayer estuviste con ella.

- Si, pero ayer canseló la consulta y la retomamos hoy.

Guardé en mi mochila un trozo de torta de frutilla, había una tortilla de papa, tal vez a Lauren le gustaba, así que también la guardé, una barra de chocolate se unió al resto y.. ¡Oh, bananas!, guardé tres de ellas.

- No te creo- la voz de mi madre me desconcentró y cerré la nevera.

- Si quieres puedes llamarla para consultar, después de todo ella ayuda a resolver tus dudas, por eso es psicóloga- elevé los hombros.

- Lo que sea- bufó y supe que gané - a todo esto ¿dónde vas con esa mochila?

- A almorzar con unas amigas- hablé con la verdad.

- Lleva a Sofi- esta vez ella elevó sus hombros y casi se me cae la mochila de los brazos.

- Mamá.., sabes que ella no puede- susurré.

- Si tus amigas aceptan a una chica esquizofrenica y llena de tatuajes- me miró con desagrado de pies a cabeza - ¿por qué no aceptarían a una niña con discapasidad mental?

Si, mi hermana tenía discapasidad mental.

Ella tiene una rara enfermedad llamada síndrome de Rett.

Esta enfermedad únicamente se da en las niñas, pues en caso de que esta mutación se de en un niño, termina siempre en aborto.

Desde que nació mi hermana me considero una experta en el tema de su síndrome. Cada vez que podía investigaba sobre él, o cada vez que me cruzaba con un folleto sobre discapasidad o retraso mental, lo tomaba.

Su discapasidad no deja que mi hermana haga los movimientos que desea con sus manos, muchas veces, ellas la traicionan y se mueven solas repetitivamente; también le cuesta mucho interactuar con las demás personas, solo confía en mi mamá y en mi, somos las únicas personas con las que se vió obligada a tener un lazo afectivo; muchas veces tenía convulsiones de pequeña, pero hace tiempo no le da un ataque epiléptico.

Yo nunca entendí mucho a mi madre. Si, debe ser dificil tener a dos hijas con problemas. Pero después de todo, somos sus hijas.

- Está bien, la llevaré- estoy segura de que Lauren y Dinah tendrán paciencia con ella como siempre la tuvieron conmigo.

dangerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora