capitulo 25

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Mientras él empezaba ha hablar yo me dedique a observar su dormitorio, el dormitorio era muchísimo más grande que el mío. De bajo de la gran ventana que tenia a un lado de la habitación estaba la cama de matrimonio con una colcha de color blanca y el cabezal negro, al lado derecho de la cama después de un pequeño pasillo seguramente estaba el baño y al lado de la puerta del servicio esta el gran armario empotrado. Seguí mirando la gran habitación para poder encontrar el escritorio pero no lo visualizaba por ningún lado.

Cuando me sentí más cómoda por su presencia, tuve el valor para sentarme en los pies de la cama y de una vez por todas mirarle a sus ojos oscuros directamente y que él se diera cuenta. Me miro con cara de pocos amigos como si quisiera decirme que hacia yo sentada en su cama pero en lugar de levantarme me acomode mucho más a ella, gracias a mi acción se fue acercando rapido y con una gran seguridad como si él fuera el amo de todo.

Él estaba delante de mi con la mirada fija a mi pequeña figura, suspiro y me toco la mejilla con delicadeza antes de susurrarme al oído ''levantate de ahí, no te he dado permiso para sentarte'' le mire de nuevo a sus ojos y reuní el valor para levantarle la voz.

me sentaría en la silla del escritorio pero he visto que no tienes, listo- dije con una voz dura y firme para demostrarle que no me ponía nerviosa ni le tenia miedo.

claro que no lo tengo en mi habitación eso es de pobres, yo tengo el escritorio en una sala aparte, como debe ser-

perdona que te lo diga de esta manera tan bruta señor pero no tener el escritorio en la habitación no te hace mejor a otro que lo tenga en su cuarto- dije las primeras palabras con ironía pero por su mirada pude averiguar que el pobre no lo había pillado y verdaderamente se pensaba que lo estaba tratando como si él fuera mi superior.

Después de mis palabras me dio la espalda no sin antes mostrarme su sonrisa de superioridad.

Mejor que te quedes hoy a dormir aquí, todos están volviendo de su clase de lucha y si sales te podrían detener- de nuevo se giro para verme y suspiro- no acepto un no por respuesta y no te preocupes por el pijama y esas cosas, ya te dejaré yo una camisa mía- abrí los ojos por la gran sorpresa, siempre pensé que el Uchiha menos era una persona resentida que no sentía aprecio ni cariño por nadie pero últimamente ese pensamiento esta desapareciendo, primero me protege y me cura la herida que su estúpido hermano me hace y ahora me esconde ,para que no me meta en problemas ya que para mi y para todo el mundo esta prohibido entrar en una torre de la cual no perteneces, ahora me sabe mal exigirle explicaciones por el asesinato de Ten-Ten.

Sin su permiso me tumbe en su cama y suspiré mientras miraba el blanco de su pared, empece a concentrame en el posible asesino de mi compañera hasta que note movimiento a mi lado, era el Uchiha tumbandose a mi lado.

¿ qué haces?- dije incorporándome un poco.

tumbándome en mi cama ¿ está prohibido?- dice mientras me sonríe como si fueramos amigos de toda la vida. Le miro de reojo y me dispongo a preguntarle la pregunta que me ronda por la cabeza desde que entre en esa habitación.

¿ por qué me has salvado, ahora y ayer con lo de tu hermano? - dije casi sin voz

me sabe mal todo lo que hizo mi hermano, eres buena chica no te mereces a un capullo y es la única manera en que puedo agradecértelo- después de su corta explicación se levanta hacia su armario y me extiende una camiseta de color blanco con el símbolo de su familia en la espalda, por un momento me la quedo mirando.

no me la pienso poner no soy Uchiha soy Haruno, seria como insultar a mi clan.

entonces tendrás que dormir desnuda por que si duermes con el uniforme mañana olerá mucho a sudor y se notara que no te has cambiado de ropa. Tú decides.- le miro de nuevo con desprecio antes de decirle que voy al baño para cambiarme.- Te queda muy bien el símbolo de mí familia lastima que seas una Haruno- dice cuando salgo del cuarto de baño.

Me siento en la cama y de nuevo empiezo a analizar los objetos de su habitación, para mi desgracia no había nada interesante hasta que vi como se estaba quitando la camisa y los pantalones del uniforme, eso si que era una cosa interesante tenia que admitirlo, ahora se podía apreciar más su cuerpo bien trabajado, sin quererlo me quede embobada por su belleza hasta que me saco de mi estado de shock su voz.

se que te gusta pero deja de mirarme, es incomodo-

no me gusta, en verdad pensaba que estarías mejor, me he llevado una gran decepción contigo Uchiha- digo para que piense que todo las verdades dichas por el se anulen con mi mentira.

Siento no ser como mí hermano- dice cabizbajo-

Estas mejor que tú hermano, en todos los sentidos- después de analizar mis palabras noto como mis mejillas se coloran de rojo e inconscientemente me tapo la cara con la sabana de la cama hasta que él se acerca y me la quita de las manos. Se sienta a mi lado y sonríe de oreja a oreja.

Vamos a dormir, mañana te levantaré a las 5 de la mañana para que puedas salir de aquí sin que nadie te vea- me explica mientras se pone dentro de la cama.

¿ qué estas haciendo?- le grito mientras mi cara parece que este apunto de explotar por lo colorada que estaba.

es mi cama y duermo en ella es de lógica, si no te gusta puedes dormir en el suelo- me quedo callada y le doy la espalda.

Nace el silencio y con el el mundo de los sueños empieza a venir a mí pero unas extrañas manos me quitan de mi sueño y con dificultad por el cansancio y mi mente ya dormida puedo notar como me rodea con sus fuertes brazos y me susurra muy bajo en mi oído.

- no dejaré que nadie te haga daño te lo prometo.- 

El internadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora