YOUNG AND MENACE.

chapter ii.

Capítulo II: "Mi mejor amigo dark, casi muero a causa de tres viejas locas y el campamento mestizo"

Ya estábamos en el aeropuerto, mi vuelo partiría en exactamente 10 minutos y todos se estaban despidiendo de mi como si nunca volvieran a verme.

—Hermanita, en el caso de que Zeus te mate, ¿puedo quedarme con tu habitación? —dijo Scorp, ¿otra vez con eso?

—Tu hermana no morirá, y tu te quedarás con tu cuarto, este tema se da por terminado —dijo mamá.

«Pasajeros del vuelo A104 con destino a Nueva York, por favor vayan ingresando al avión» dijo una voz robótica.

—Está bien, los veré cuando regrese, no es el fin del mun... —no pude terminar de hablar, porque tenía sobre mi cuatro personas dándome un abrazo de oso.

—Mi pequeña —dijo mi abuela con lágrimas en los ojos.

—Hasta luego, Zanahoria —dijo Scorp haciendo alusión a mi cabello.

—Nos veremos pronto, Hyperion —dije con una sonrisa triunfante y me dirigí al avión.

El odia su segundo nombre.

Me senté en donde me correspondía —que por suerte era del lado de la ventana—, me puse mis auriculares, agarré un libro y me dispuse a leer.

—Hola —dijo alguien. Supuse que era la persona con la que compartía asiento, porque su voz se notó muy cerca.

—Hola —dije con una sonrisa—. Me llamo Olimpia Malfoy, ¿tu? —pregunté tendiéndole la mano y este la estrechó.

—Nico Di Angelo —respondió.

Se veía de mi edad, sus ojos al igual que su pelo eran negros y su piel muy pálida igual que la mía.

Llevaba unos jeans negros, camiseta negra con una calavera y una chaqueta de aviador.

Parecía dark.

—Ya sé que eres semidiosa —soltó el y yo palidecí.

—¿Qué? ¿Cómo sabes eso? —pregunté sorprendida.

—Tu aura. Soy hijo de Hades —dijo y sonrió, supuse que no hacía eso tan seguido.

—Creo que eso explica tu forma de vestir —murmuré pero el me escuchó y empezó a reírse.

—Me agradas y no soy de decir eso, así que siéntete afortunada —ahora fue mi turno de reír como foca epiléptica.

—Seguro, sombritas.

—Por supuesto, zanahoria.

—¡Hey! Primero mi hermano, ¿y ahora tu? No se vale —dije con molestia fingida.

—Lo siento, drama queen —dijo él con sarcasmo.

Hablamos un poco de nosotros, nuestros gustos, nuestras familias —no le dije que soy una bruja— y me pareció muy agradable.

—A partir de ahora, serás mi mejor amigo dark —dije bromeando.

—Y a partir de ahora, serás mi mejor amiga zanahoria.

Ambos reímos un largo rato y me dijo que me llevaría al campamento mestizo.

—Gracias, pero no quiero ser una molestia.

—Claro que no lo serás, zanahoria. Y si no te llevo, probablemente serás el almuerzo de los monstruos.

—Esta bien, sombritas.

Luego me quedé dormida y tuve un sueño extraño.

Estaba en un barco, lo supuse porque olía a mar.