Una noche me llamaste y me contaste que por primera vez viste a tu mamá llorar. Desde ese día odiaste a tu papá un poco más.
A los minutos estabas parado en la puerta de mi casa con tu saco de dormir y con los ojos rojos por haber llorado. Te invité a dormir en casa y mi mamá no dijo nada.
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Sin azúcar
Short StoryYo era como el agua en un estanque. Quieta como nada podía estarlo, reflejando al cielo, inmóvil y clara, aguardando por una brisa. Solo que yo no sabía que tu ibas a transformarte en esa brisa y más tarde en un huracán.