Cadenas

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Un día nos despertamos en este mundo diminuto cubierto de estrellas y me pregunto cómo la gente no se enamora del cielo, de la luna de las galaxias y sus soles, los agujeros negros, los cometas y meteoritos de los fragmentos de mundos y polvo estelar del que estamos hechos, de ese soplo divino de vida más allá de todo lo que entendemos; porque más que de sangre músculos y huesos estamos hechos de sueños de magia de estrellas y de milagros.

No pudiste tu aparecer entonces en mejor momento, amor mío, que en el manto precioso de la noche con la luna alta en el cielo y las miles de estrellas sobre nosotros, desde entonces encontré que toda la oscuridad del mundo se reflejaba en tu mirada, y nunca puede ver algo más fascinante que tus ojos.

Soy adicta a la oscuridad; la noche, la soledad, la cerveza, la coca cola, el tabaco y el dolor; Soy adicta a la oscuridad de tus ojos y tu cabello, a tu sonrisa maliciosa que hace feliz a la parte más oscura de mi alma y a tu aura misteriosa repleta de secretos que me atrae a ti de maneras que no creo que entiendas.

Adicta a ti; a tus defectos y a toda la oscuridad que te rodea, a tus vicios a tu pasado a tu forma de bailar a la manera en que me hablas y tu forma de amar, a tus besos y a tus palabras, adicta a ti con todas las cosas que eso implica porque nunca, aunque quisiera, encontraría tanta belleza en la oscuridad que estando contigo y quiero decirte que te amo; te amo tanto y de tantas maneras que estaría dispuesta a morir si pudiera estar contigo entonces, moriría por ti antes que por mí y resucitaría de la muerte si es necesario solo por estar contigo en la oscuridad de nuestra vida.

Del Amor Que No FueWhere stories live. Discover now