Oso de felpa

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Narra Dipper

Ya era fin de semana, habían pasado tres días desde "el incidente" con Bill, Mabel se enojó conmigo por no aparecer durante un día entero, le mentí diciendo que me había lastimado el tobillo y que había decicido descanzar en una cueva del bosque.
Mi excusa improvisada, pasó desapercibida ante sus preguntas, el viejo Stand se disculpó conmigo.
Días después nos enteramos de la feria que venía de vez en cuando durante las vacaciones a Gravity falls, el tío Stand quizo enmendar su error invitandonos a la feria.

-¿cuál crees que es mejor para la feria Dipper?, ¿éste o éste?- dijo Mabel con una falda blanca en la mano derecha y una morada en la izquierda.

-con cualquiera te verías linda- respondí.

-eso no cuenta Dipp, tienes que elegir una-.

-bien, entonces la blanca-

-ummm... Eso quiere decir, ¡la morada!, gracias- corrió al vestidor con la falda en manos.

Solté un suspiro y puse los ojos en blanco.

Yo me vestí con una camisa a cuadros remangada, un chaleco azul y pantalones cortos, miré una esquina de la habitación y entonces la vi, mi vieja gorra, estaba sobre una caja polvorienta, me incline para tomarla, la sacudi, me la puse sobre la cabeza, aún me quedaba bien.
Mabel salió del vestidor con la falda morada y un sueter lila, llevaba un arcoíris como estampado.

-y...¿¡qué opinas!?- dijo, al mismo tiempo que extendía los brazos y ponía su mejor sonrisa.

-linda, como siempre- bajé la mirada pra evitar ruborizarme.

-awww hermanito, eres tan tierno-

-si, si como sea, vamonos ya-

-de acuerdo-

Mabel corrió a mi lado y salimos de la cabaña, el tío Stand nos esperaba en la entrada con el auto.

-aún tienes esta cafetera- dije en tono burlón.

-di lo que quieras niño, pero no puedes negar que este auto es el más resistente de todo el país- dijo Stand arqueando una ceja.

-eso no puedo discutirlo, esta cosa aguanta demasiado-

Mabel y yo subimos al auto, ella en la parte delantera y yo en el asiento trasero.
En un tiempo de camino Mabel había comenzado a cantar sus ridículas canciones infantiles, casi siempre la soporto, pero esta vez convenció a Stand y éste comenzó a ser de dueto con Mabel.
Traté de ignorar sus chillantes voces mientras miraba tras la ventana, derrepente vi algo que llamó mi atención, una silueta...

-¡Bill!- grité a la nada.

-¿umm...bill?- preguntó Mabel.

Sentí como mis mejillas ardían y cambiaban de color tornandose rojas.

-No...yo dije, "sentir"-

Traté de acomodar la palabra haciendo que coincidirá con la canción de Mabel, ella sonrió...

"...SENTIR tu amor, junto a mi..." continuó cantando y volteó la mirada de regreso al parabrisas.

"estuvo cerca" pensé.

Traté de ignorar la siluta, con la esperanza de que fuese mi imaginación.

Después de diez minutos, llegamos a la feria, bajé del auto con las rodillas temblorosas, me preocupaba cualquier encuentro incomodo con Bill.

El Misterio Mas DifícilDonde viven las historias. Descúbrelo ahora