pijamada (2da parte)

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Narra Dipper

Llegamos a un restaurante de lujosa fachada, fuera de él había decoraciones con plantas que adornaban el lugar, unas brillantes lámparas colgaban del techo y la fila para entrar era absolutamente larga, tanto que parecía no tener fin.
Observé a cada persona que entraba y la que rodeaba aquél lugar, todos iban vestidos muy elegantes, las mujeres con vestidos de cóctel y los hombres de traje en su mayoría negro.
Por un momento me miré a mí como alguien ridículo por ir vestido de manera casual, también divagaba en mi mente la idea de cómo rayos pagaría la cena, ese lugar se veía muy costoso y yo apenas había traido dinero suficiente para un trago.

-Bill- dije en voz baja mientras tiraba discretamente de su suéter.

-¿qué sucede?, ¿estás bien?- preguntó casi susurrando al notar mi tono de voz.

-no, no lo estoy, ¿porqué me trajiste aquí?- seguía hablando en voz baja.

-oh lo siento, ¿no te gustan este tipo de lugares verdad?-

-no es eso Bill si no que...-bajé un poco la cabeza y me mordí la uña del dedo pulgar.

-...visto de manera desadecuada para la ocasión- terminé de decir.

Bill soltó una carcajada al aire lo que provocó que las miradas se centraran en nosotros.
Sentí como me hacía pequeño y mis mejillas se enrrojecian.

-pino...eso no importa, ¿qué mas da como te veas?, lo que realmente quiero es que disfrutes la noche- sonrió.

-okay, pero... Aunque fuese de ese modo, la ropa no es el único problema, no trajé suficiente dinero para la cena, pensé que iríamos a un lugar más casual- expliqué apenado.

-Dipper basta, si yo te he invitado es por que yo pagaré la cena-.

-p-pero...-.

Bill me interrumpió, tomandome con una mano de la cintura y con la otra del mentón, nuestros labios estaban a un centímetro de tocarse. Yo me sonroje mientras observaba a Bill.

-no te preocupes pino, esto no es nada comparado con lo que tu vales para mi...sería capaz de darlo todo con tal de verte feliz ya que si tu lo eres yo igual- me dedicó una cálida sonrisa y después me soltó de la cintura mientras entraba al restaurante y yo solo lo seguí.

En la entrada principal, estaba una señorita con una bandeja y en una especie de podio al lado de ella se encontraba un caballero de traje elegante con una libreta de archivos.

-buenas noches, bienvenidos ¿tiene reservación?- escuché decir al caballero de traje.

-si, a nombre de Cipher- respondió Bill.

El hombre abrió su libreta plástica y por un minuto buscó con el dedo el nombre de Bill, momento después dijo...

-si, claro aquí está, sr. Cipher, mesa para dos-.

Mi corazón latió rápidamente al escuchar eso, realmente Bill había preparado todo para esta noche, almenos me alegraba saber que no me utizaba como juguete sexual, esperando que en cualquier momento cediera para ir con él a la cama.
Debo admitir que su esfuerzo por acercarse a mi, me había conmovido.

-vamos Dipper- dijo Bill interrumpiendo mis pensamientos y regresandome a la realidad.

La señorita con la bandeja nos guió a una de las mesas que estaban en la terraza, era un lugar mas tranquilo y privado, había una elegante fuente que cambiaba de color y arriba de nosotros colgaba un candelabro hermoso.

El Misterio Mas DifícilDonde viven las historias. Descúbrelo ahora