A B I G A I L
La noche de Sombras hace muchos siglos —según historiadores— era un festejo clandestino pagano con el fin de ahuyentar los espíritus que acechaban la ciudad, espíritus que querían asesinar a las jóvenes bellas y ahogarlas en los estanques del Bosque de los Lotos. Luego era un encuentro entre jóvenes solteros en busca de la flor que iluminara su camino. Mis padres se habían conocido en uno de esos encuentros que se celebraron en la ciudad y es lo único que aprecia mi padre de la leyenda: haber conocido a mi madre. Con el tiempo se fue transformando a lo que es hoy. Ahora solo ha evolucionado en una fiesta para celebrar la tradición, la cultura, pasar el rato y presumir los lujosos adornos artesanales, aunque hay algunos afortunados que terminan enamorándose.
—¡Estoy tan feliz Abi! —sonríe mi madre—. Qué bueno que haz comenzado a llevarte mejor con tus compañeros —Me abraza mientras pule la tiara de ébano que me ha heredado. Era delicada, barnizada con un topacio azul en cada pétalo en forma ovalada. La tiara me sería entregada en una ceremonia familiar, momentos antes del Loto Dorado, mientras no podría utilizarla. Lo mismo pasaría con Dylan que heredaría la máscara de ébano de mi padre.
—Yo también estoy feliz. Se siente bien ser aceptada.
—No hablen de chicos mientras estoy yo presente —mi padre ojea—. Deberías tener cuidado con esa gente. El partido comenzará Abi, ponte la camisa de tu insignificante equipo, corazón.No era muy deportista, pero papá y yo éramos unos fanáticos del Cotey, el juego tradicional de nuestra ciudad. Cuando era pequeña jugábamos los cuatro en el parque de la comunidad. Eran los días más divertidos. Se trataba de un deporte de dos o cuatro jugadores, a veces por inventos de las personas, más de cuatro. La pelota estaba compuesta de una mezcla de resina con hojas y flores de loto. Estas se hierven con otras plantas y frutos, formando una pasta pegajosa y se le da forma a la pequeña pelota. Se debe mantener la pelota en el aire con la ayuda de una raqueta mediana o el cuerpo y si cae al suelo, se hace un punto y así sucesivamente. Incluso si se logra golpear al oponente con la pelota, también se realiza un punto hasta llegar a la suma de tres partidas de cinco puntos cada una.
Mi madre hizo círculos con su dedo índice al lado de su cabeza, insinuando que papá a veces estaba demente. Eran solamente las cuatro de la tarde de un sábado, en dónde, la mayoría de mis compañeros salían a tener un aventurero fin de semana y yo permanecía en la sala de mi casa viendo películas pre-grabadas, dibujando o estudiando para algún examen. De eso se componía mi fin de semana. No era del tipo de salir, pero me gustaría hacerlo más seguido. Me estaba descuidando a mí y a mi entorno por esforzarme en obtener el puesto de Presidenta de la clase.Mi habitación, hoy, era un completo desastre, envolturas, platos apilados, ropa sucia de la semana por doquier, polvo en los bordes de la ventana, migajas de la cena.
Por eso tenía hormigas encima en la mañana.
Sí, podía ordenar, pero primero estaba algo llamado pereza que me atacaba como un virus y dos: nadie viene a esta habitación solo mamá, papá y Dylan quien debe tener la peor habitación de toda la casa. Debe ser él quien tenga el premio de la mayor montaña de platos sucios y vasos apilados en su habitación.
No encuentro la camisa de mi jugador preferido en el armario y me dispongo en buscar en el único lugar que podría estar, bajo la cama.
ESTÁS LEYENDO
La Gordita Abi
Fiksi Remaja«El cuerpo humano no es más que apariencia, y esconde nuestra realidad. La realidad es el alma». Víctor Hugo Abigail Eaton solía ser constantemente acosada por sus compañeros de clase e incluso por el chico al cual siempre le ha tenido afecto, Evan...