SECRETOS PELIGROSOS

Capítulo 2

Ya eran como las 6:40 am.

Volví a mi habitación en busca del cargador de mi celular; lo busque entre mis cosas, bueno ¡mi pila de cosas! Y tal como lo sospechaba no estaba ahí. Luego recordé que lo había olvidado en el auto de papá, baje las escaleras y fui directo al auto; sin haberme percatado de que Carrick nuestro chófer quien también hacia de guardaespaldas estaba en el garaje. Estando dentro del auto buscando mi cargador y terminando mi búsqueda al haberlo encontrado entre el seguro del asiento; di un suspiro de alivio, subí la mirada y tras la ventanilla del auto vi a una chica extrañamente me pareció familiar estaba repartiendo el periódico. Pensé que ya no se hacía eso.

Me quede varios segundos viéndola fijamente y traté de recordar de donde la conocía, mientras que en eso...

Está todo bien señorita-Preguntó Carrick. Asentí.

Cariño ya vamos tarde-Dijo papá inclinando su cabeza hacia Carrick quien entendió rápido y encendió el auto.

Esta era la rutina que habíamos adoptado hace poco y no era muy convincente la verdad, salíamos temprano de casa y papá me iba a dejar a la escuela aunque solo me queda a 15 minutos luego papá se iba a la oficina y por las tardes Carrick pasaba por mi casi siempre en casa de mi mejor Grace o en su lugar de trabajo; su familia solía ser adinerada pero su padre comenzó a apostar y se fueron a la quiebra y solo les quedaron unas cuantas sucursales de lavanderías. Grace es como la hermana que nunca tuve, esbelta, cabello castaño y ojos claros con un sentido del humor intacto siempre me hace reír es mi confidente; estuvo viviendo conmigo por un tiempo pero a su madre no le pareció aunque mi padre insistió en encargarse de sus estudios mis padres la querían como a una hija ¡Otra hija más! Con una personalidad muy distinta a la mía. Gracias a papá Grace y yo estábamos en el mismo instituto.

Estando en el auto de camino ¡Al infierno que me esperaba en la escuela! Papá dijo-oye Dan, disculpa que no pude prepararte el desayuno es que... tú ya sabes el trabajo me tiene muy atareado.

-No te preocupes, sé que tu trabajo es importante... además la cocina no es tu fuerte jajaja.

-Oooh con que esas tenemos; pues ya no volverás a probar mis deliciosos panques señorita-.

-Oh, gracias por liberarme de ese sufrimiento-.

-además me producen gases-agregué.

-Bueno olvidemos ese tema- dijo papá.

-Esta bien-¿Pero cuando me darás mi propio auto? Conduzco muy bien ¡y lo sabes!

-Hablaremos de eso después.

Llegando a la escuela me puse a repasar lo que había estudiado para el examen pues era a primera hora, era un examen muy importante; estaba consciente de que no era la mejor estudiante pero mis notas tampoco eran tan pésimas como las de otros chicos. Por otro lado Grace era muy eficiente con su calificaciones pero no era la típica nerd, era rebelde, no obedecía a nadie, mal educada con los mayores bueno solo con los que se lo merecían como nuestra maestra de inglés Mrs. Dallas que solo Dios sabe porque esa maestra no nos toleraba a Grace y a mí; éramos como las ovejas negras de su rebaño.

A Mrs. Dallas no le gustaba vernos juntas pues decía que Grace era una mala influencia para mí, me importaba una mierda lo que pensara alguien como Mrs. Dallas; Grace era mi mejor amiga ¡La Única! Pues no tenía muchos amigos después de la muerte de mi madre quedé tan devastada que me aleje de todos no quería ver a nadie y solo Grace se quedo a pesar de que la mandé al carajo varias veces... ¡Joder, nunca olvidare eso!

                                                                                               ***

Estoy debajo del montón de sabanas de mi cama, enrollada, no puedo con este dolor, siento como si me estuvieran introduciendo un fierro caliente en mi pecho me duele la cabeza de llorar siento que mis ojos se van a salir no paro de llorar llevo días así, no he salido de la habitación apenas he bebido agua y pensar que esto fue mi culpa ¡ya no está por mi culpa! porque no fui yo ella no se lo merecía ¿qué haré sin ella? La amo y no pude decírselo, cuanto la valoraba pero ya no puedo, ya no puedo más...

Ellos nos la quitaron, me hicieron daño y ahora papá también esta devastado y yo puedo hacer nada...

Al fin concilio el sueño cuando de pronto escucho pasos y unas voces...

-No me importa, estoy aquí y se lo haré saber-dijo Grace

Abre la puerta de la habitación muy despacio evitando hacer el mínimo ruido, se quita sus zapatillas y se tumba a la cama tratando de encontrar mi rostro.

-Hola cariño aquí estoy-susurró.

-Vete no quiero ver a nadie-contesté.

-Pues ya te fregaste, porque no pienso moverme de aquí ya casi te perdemos y no sabes lo doloroso que fue pero estas aquí y quiero aprovecharlo aunque parezca una vagabunda amargada.

-¡Que te largues carajo! No quiero tu lástima, no quiero ver a nadie, vete ¿qué no ves que estoy mal?

-Claro que no quieres ver a nadie con esa cara que traes, pareces mapache y no de los lindos-contestó.

Me causó gracia su comentario, lo admito.

-¿Acaso no son los pandas los lindos?-dije.

-Sí, pero son de China y estamos en Norteamérica y aquí abundan los mapaches y ratas y bichos feos.

Como todos tus ex novios-dije riendo.

-Así es perra  y las cucarachas como Rick ¿Ni siquiera te ha venido a ver?

-Me llamó, pero no quiero volver a saber nada de ese idiota terminamos antes de que todo esto pasará y no quiero algo más porque se sufrir.

-¡Pues que le den!-Dijo Grace.

-¡Ostia Tía!-Respondí-Me alegra que vinieras la verdad, gracias te amo.

-¡Oh, cariño! Yo también te amo nena, a mí también me duele ustedes han sido mi familia, pero me dolería más haberte perdido a ti. ¿Has ido al médico? Por esos desgraciados no te preocupes, la policía ya se encargará de ellos y tu padre también

-¡Papá!-Exclame.

                                                                                              ***

Carrick se estaciona frente a la escuela le doy un beso a papá y me despido de Carrick, cierro la puerta del auto y suspiro. Okay, aquí vamos. Voy caminando por el pasillo con paso apresurado quiero llegar a tiempo a la clase aunque solo faltan 5 minutos, ni tiempo tuve de analizar bien mi outfit de hoy mis levis azul claro, mis vans rojos y una blusa blanca con algo de escote, no; no puedo hacer milagros en 5 minutos así que me doy por vencido y entro al salón.

Estoy algo ansiosa comienzo con mi nombre claro, y así se van 40 minutos de mi vida viendo al reloj del salón, hacia la ventana, todo tratando de evitar la mirada intimidante  de la maestra y haciendo esfuerzos cerebrales para recordar las respuestas.