El Campamento.

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¿Acaso es una broma? ¿en serio me está ignorando?

Bueno, quizá no me vio y solo estaba de pasada.

No, es claro que me vio y salió huyendo.

Pero, ¿por qué? ¿tan mal estuvieron mis besos?

¡PERO QUE ESTOY DICIENDOOO!

Hace unas 24 horas casi muero y yo preocupada porque un chico no me voltee a ver.

Pero no es cualquier chico...

¡Joder! cerebro, reacciona.

-Adivina quién va detrás de tu chico.

- ¿De qué hablas?

-Escuché que Hellen se peleó con Rick anoche en la fogata y que fue por el nuevo. Al parecer todas están detrás de él.

-Me da igual y no es mi chico.

- ¿No estás molesta? Creí que estabas quedando con él y que a Hellen le interesaba justamente por eso.

Un sentimiento desagradable se incrementó en mi estómago y estaba segura que no todo era culpa del cereal, pero decidí ignorarlo, eso no tenía por qué importarme.

-Solo he cruzado algunas palabras(besos) con él y solo estaré molesta el día en que una chica trate de alejarte de mí, entonces sacaré todo mi arsenal y la perra deseará nunca haber nacido. -dije mientras reposaba mi cabeza sobre su hombro y bostezaba.

Esbozó una pequeña sonrisa -Necesitas descansar, ven te llevaré a tu dormitorio.

Nos dirigíamos hacia la puerta del comedor mientras saludaba a algunas personas con la mano, Arthur pasó su brazo sobre mis hombros como siempre solía hacerlo, al igual que Grace. Era un constante recordatorio de lo pequeña que era.

-Yo siempre te seré leal-susurró en mi oído, lo que me conmovió de la mejor manera.

No cabe duda de que se puede encontrar al amor de tu vida a tu alma gemela en una amistad, Grace y Arthur eran prueba de ello.

Y pensar que comencé a hablar con Arthur solo para que nos pasara las tareas y ahora estamos juntos todo el tiempo. Y con Grace, bueno; somos magnéticas, estamos hechas la una para la otra lo supimos desde el momento en que nos vimos.

Nos encontramos a un profesor y nos indicó la cabaña en la cual debían estar mis maletas, esperaba encontrarla vacía y silenciosa con una cómoda cama para dormir por horas, pero no fue así. En cuanto abrí la puerta de la cabaña me encontré a un grupo de chicas discutiendo y lo peor de todo, no había una suave cama, sino muchas sucias e incomodas literas.

- ¡Danabeth! Qué bueno que viniste. -anunció una chica, lo que hizo que todas voltearan a verme.

Comenzaron a bombardearme con preguntas sobre lo ocurrido la pasada noche, eran más insistentes que los oficiales y ya comenzaba a sentirme mareada.

- ¡Ya basta! -les gritó Kalie -Déjenla en paz y lleven su trasero al gran salón, que ya vamos tarde.

La voz dominante de Kalie las hizo reaccionar y fueron saliendo de una en una con la cabeza baja. -Escucha Root, sé que necesitas descansar, pero dudo que aquí puedas lograrlo, deberías ir a la enfermería, es más cómodo.

Asentí, su grito también me había afectado. - ¿Cómo sabré cuál es? -pregunté al momento en que salía de la cabaña.

-Es la que tiene letrero con una cruz roja. - gritó desde fuera.

Busqué una litera libre y ordené algunas de mis pertenencias, luego me dispuse a buscar la dicha enfermería, el campamento era extenso, pero no parecía haber nadie por ningún lugar. Visualice el letrero que dijo Kalie y cuando estaba por subir los escalones Rick salía del lugar con una venda en la mano. La reacción de ambos fue de asombro.

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⏰ Última actualización: Mar 20, 2020 ⏰

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