Lucho por escaparme de unos musculosos brazos que me tienen atrapada lucho y me retuerzo para escapar pero me resulta imposible, escucho tres detonaciones de un arma suelto un grito desgarrador, le doy en la ingle al sujeto y se curvea del dolor, logro zafarme y voy directo hacia ella, debo encontrarla, debo encontrarla me repito a mí misma y fue ahí donde la vi, tirada en el suelo ahogándose en su sangre, dando sus últimos suspiros, su mirada perdida, indefensa, muriendo...
-¡¡Mamááááá!!- exclamé con todas mis fuerzas, mis lágrimas caían descontroladas sobre mis mejillas, sentía que me sofocaba mientras intentaba agacharme al lado de ella unos brazos me sujetaron de nuevo, esta vez cubriendo mi boca y nariz con un trapo y mi vista se opacó hasta que perdí la conciencia.
Abro mis ojos y mi vista esta borrosa tardo unos segundos para darme cuenta que estoy en la cabina de un auto con los pies, manos y boca atados ¿Cuánto tiempo ha pasado? ¿Quiénes son? ¿A dónde me llevan? No entiendo nada de lo que está pasando y entonces recuerdo la última vez que vi a mi madre, no era un sueño ni una alucinación, estaba muerta y solo era cuestión de tiempo para que yo termine igual, lloro descontroladamente por la desesperación y me sacudo dentro de la cabina con la intención de escapar o que alguien pueda escucharme, logró zafar mis manos y busco en seguida mi teléfono pero no lo tengo, busco algo que pueda servirme palpando con mi mano toda la cabina, cojo algo que parece un destornillador, lo tomo y empiezo a hacer agujeros logrando ver una tenue luz creo que ya oscureció; el auto se detiene y puedo sentir las palpitaciones de mi corazón en mis oídos, se escuchan una voces y me paralizo mientras aprieto fuertemente el destornillador, abren la cabina y salto encima del hombre rasgándole la cara con el destornillador.
-¡Oh, maldita puta!-exclamó el hombre mientras el otro tipo me sujetó y me quito el destornillador, el hombre con la cara sangrando se aproximó y me noqueo de un golpe.
Vuelvo en sí y abro mis ojos pero esta vez todo es oscuridad, me vendaron los ojos, comienzo a sentir el ardor del golpe sobre mi mejilla Maldito cobarde trato de tocarlo pero mis manos están atadas, siento debajo de mi algo que parece ser un colchón de pronto siento frío mucho frío y luego se escucha una puerta cerrarse.
-¿Quiénes son? ¿Qué quieren?-dije entre sollozos.
-Que modales -respondió una voz, motorizada al parecer estaba usando un distorsionador de voz.
-Púdrete-
***
Despierto de golpe con la respiración agitada y llena de sudor me inclino en mis brazos y mi vista recorre todo el lugar reconociendo mi habitación, la velocidad de mi respiración disminuye mientras me dejo caer de espaldas a la cama.
Malditas pesadillas, no malditos recuerdos.
Pensé que ya había terminado esa angustiante etapa de mi vida; bajo mi vista y me doy cuenta que aún tengo el uniforme puesto, busco mi teléfono y veo la hora las 8:23 pm, me quede dormida, salgo de la cama aún me siento algo ansiosa me aproximo a la gaveta de mi mesita de noche, aparto el fondo falso y saco de ahí una pequeña bolsa que contiene algo de hierba, no soy una adicta pero esto es lo único que puede calmarme en estos momentos, envuelvo un porro saco mi encendedor y me dirijo a la terraza, coloco el porro en mi boca y lo enciendo, inhalo fuertemente y retengo el humo dentro sintiendo como lo caliente me quema, exhalo ¿Por qué no puedo olvidarlo solamente? No quiero volver a eso, no. Una lágrima caliente desciende sobre mi mejilla, aprieto mis manos sobre el barandal, seco mi rostro con mi codo y luego me siento en el barandal fumando mientras observo el paisaje nocturno y trato de despejar mi mente.
Vuelvo a mi habitación me quito el uniforme y me doy una larga ducha de agua caliente salgo del baño secando mi larga cabellera negra con una toalla mientras busco en el armario una pijama, unos shorts y camisa de tirantes se sienten deliciosamente cómodos, de pronto siento mucha hambre y bajo rápidamente hasta la cocina, me preparo un sándwich con queso crack derretido con un poco de mantequilla de maní y para que se sienta algo dulce un poco de mermelada de frambuesa suena asqueroso, pero sabe bien me preparé dos, sentía mucha hambre, llevo mi plato con sándwiches en una mano y en la otra una soda, estoy a punto de subir las escaleras cuando me percato de que no he visto a mi padre, me aproximo a la mesita que está en la entrada y en efecto sus llaves se encuentran lo que quiere decir que ya está aquí, escucho un ruido en el despacho y estoy a punto de tocar cuando veo hacia abajo y me doy cuenta que estoy descalza, mis padres compraron el piso de mármol cuando se fueron de luna de miel a Brasil lo aman más que a mí y nunca han permitido que alguien ande descalzo por la casa, sin excepciones. Bueno, tal vez tenga suerte y no me diga nada, coloco mi soda debajo de mi axila que bueno que me bañe y toco un par de veces y de inmediato me responden.

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SECRETOS PELIGROSOS
JugendliteraturDanabeth Root es una chica con muchos secretos y recuerdos que la atormentan pero ha decidido callar, hasta que conoce a Ian Helliwel un chico condenadamente lindo que la exaspera y la enloquece. Un mundo donde todos tienen secretos y el pasado pod...