Capitulo 4

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Llega la hora del recreo y no he visto a Grace, la llamo a su celular cuando de pronto veo de lejos una mano en lo alto agitándose y sí era ella, traía puesto un vestido color verde menta con decoraciones floreadas, unas zapatillas de tacón no tan altas color café y el cabello suelto en ondas que le llegaba hasta la cintura. Se veía despampanante. 

Y no pude evitar reírme al notar que mientras se acercaba a donde yo estaba varios chicos volteaban para verle el trasero y otras chicas rumoreaban, Grace siempre tiene ese efecto en cualquier lugar; la observo detenidamente de pies a cabeza y de pronto...

-¿Qué? ¿No te alegras de verme?

-Te tomas muy en serio lo del día libre en la escuela ¿No?

-Es solo una vez al mes, donde puedes lucir como realmente eres y no usar el fastidioso uniforme.

-Es algo tedioso, ¿por qué no aceptas el concepto de que es un día donde las chicas pueden mostrar el trasero sin que se les diga nada y los chicos pueden usar su ropa de mezclilla usando solo ropa de diseñador, así como son todos estos engreídos?

-Pero la escuela lo acepta, ¡una vez al mes! Y al parecer estas tan en contra que traes puesto algo como para ir al supermercado un domingo por la tarde, "señorita humildad" que usa una mochila Moschino.

-Oh sí, es que la versace la olvide en casa de mis abuelos. Mustié.

-Engreída-dejó salir una carcajada tan sincera del fondo de su pecho que me contagio y reímos.

-Me agrada divertirla señorita pero tengo hambre ¿Vamos a comer? Arthur nos debe estar esperando.

Metí mis libros y otras cosas que cargaba en la mano en mi casillero luego Grace jaló de mi brazo y nos incorporamos camino al comedor de la escuela, con su brazo sobre mis hombros pues con esos tacones estaba más alta que yo caminábamos sin prisa, en cámara lenta sintiéndonos las dueñas del momento entre risas y murmurios, sé que suena irracional pero podía sentir como los otros chicos nos veían, como si fuéramos criaturas de otro mundo sin importarnos nada y nos saludaban no éramos un cero a la izquierda siempre había personas que se nos querían pegar pero hipócritas la mayoría, nunca faltaban las invitaciones a fiestas. 

Llegamos al comedor y nos encontramos con Arthur estaba sirviendo mi almuerzo y la cocinera me atendió con una amable sonrisa en su rostro, cabe decir que no era muy gentil con todos y que se notaba a leguas su gentileza para conmigo; tiempo atrás me había quedado más tiempo en la escuela por un castigo ya que nos encontraron a Rick y a mi fuera de los salones en horas de clase. Admito que esa parte de Rick me gustaba, la de ser detallista aunque nos metiéramos en problemas.

Caminaba por los pasillos de la escuela y oí unos sollozos me intrigó y fui en dirección de ese sonido, para mi sorpresa me topé con la cocinera de la escuela llamada Silvia, estaba detrás de los mostradores lloriqueando, estaba a punto de retroceder cuando ella alzó la vista y me vio, no supe que otra cosa hacer sino acercarme

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