Danabeth Root es una chica con muchos secretos y recuerdos que la atormentan pero ha decidido callar, hasta que conoce a Ian Helliwel un chico condenadamente lindo que la exaspera y la enloquece.
Un mundo donde todos tienen secretos y el pasado pod...
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Faltan un par de horas para que oscurezca, Carrick se dirige a un food trucks llamado Burger Bus donde preparan las mejores hamburguesas que he probado en mi vida, los dueños son una pareja colombiana, que hace un par de meses se mudó a la ciudad.
Carrick descubrió este lugar en unos de sus fines de semana libres y al día siguiente me trajo aquí.
Ambos tenemos mucha hambre y el olor de la carne me abre más el apetito.
Pedimos 2 hamburguesas con papas y refrescos, devoro mi hamburguesa en minutos, subo la vista mientras chupo mis dedos que se embarraron del kétchup de las papas por llevarme un puño a la boca; mis ojos se encuentran con unos que me ven divertidos por el retrovisor del auto veo a ambos lados tratando de localizar lo que él veía cuando baje la vista y vi mi empaque de la hamburguesa con las migajas que quedaban.
-Tenía hambre-dije inclinando mis hombros en manera de disculpa.
-Casi no se nota.
Ambos soltamos una carcajada.
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Llego a la plaza donde se encuentra la tienda de lavandería de los padres de Grace, está ubicada en la Athens Plaza en forma de U ubicada al oeste de la cuidad, yo vivo en la zona norte así que se me hace algo largo, la plaza cuenta con 10 tiendas la lavandería está ubicada al centro con un amplio estacionamiento frente a este hay un pequeño parque con un estanque donde tiempo atrás Grace y yo la pasábamos jugando a los barquitos de papel y a las niñas exploradoras.
Entro a la lavandería y me encuentro con una Grace ensimismada en su teléfono con sus audífonos puestos , mientras la radio suena suavemente por el lugar, parece estar vacío hasta que me percato que hay un señor de ojos arraigados al parecer ya es bastante mayor, está metiendo unas que al parecer son cortinas dentro de la lavadora. Le saludo amablemente pero no me devuelve el gesto Okay; quizás no me escucho o no entiende mi idioma me dirijo hacia Grace le doy una palmada en su frente para que note mi presencia.
Nuestros saludos suelen ser un poco rudos.
-Al fin salió la monja del convento- grito sin darse cuenta del tono elevado que había usado pues aun llevaba puestos sus audífonos.
-Idiota-le pegue otra vez.
-Lo siento ¿qué?- respondió quitándose los audífonos.
-Nada fornicadora, nada.
-Uy, cálmate te llame para que me hicieras compañía no para que me hicieras un exorcismo ¿también trajiste agua bendita cierto?-dijo en tono burlón.