Todo sigue oscuro, mis parpados pesan demasiado no tengo el control en las extremidades de mi cuerpo, quiero moverme pero no puedo; hasta que logró escuchar el pitido de las máquinas y siento ese peculiar olor.
¡No!
Abro mis ojos rápidamente y la luz que penetra la habitación me daña la vista, alzo mis manos y fuerzo a mis ojos para que se adapten ante la claridad.
¡Estoy en el hospital de nuevo! No quiero volver a pasar por esto de nuevo, las preguntas, las medicaciones ¡puaj!
Necesito escapar.
Salgo de la cama y me mareo un poco, me quito los aparatos y fuerzo mis piernas a responder, tratando de llegar hacia la puerta, llego al pasillo tambaleante y aún no veo a nadie, estoy llegando al elevador cuando veo a mi padre junto con el doctor aparecer tras un pasillo, sus caras son de asombro puro, el doctor grita para que me detengan pero las puertas del elevador ya se han cerrado.
¿Qué rayos está pasando? ¿Por qué estoy en el hospital?
No quiero estar aquí pero como era de esperar en el siguiente piso me esperaban unas enfermeras, presione el botón rápidamente y el elevador volvió a descender, quería escapar, logré bajar dos pisos y cuando creí que podría salir dos guardias de seguridad y enfermeras jadeantes me esperaban junto a mi padre y el doctor quienes me llevaron de nuevo a mi habitación. Creí que mi padre estaría enfadado conmigo, que me gritaría pero su actitud fue todo lo contrario, se acercó a mí acariciando mi frente y preguntando como me sentía sonrió mientras me depositaba un beso en la frente y acariciaba mi cabello.
-¿Qué pasó?-pregunté en cuanto dejó sus mimos.
-Tuviste un ataque de migraña muy fuerte y te desmayaste-respondió el doctor.
¿Desmayarme? No lo recuerdo.
-Bueno ya me siento bien, ya podemos irnos a casa-dije levantándome y un dolor en mi costado me hizo hacer una mueca. Mi padre me vio y parecía que le dolía más a él que a mí.
-Eso no es todo cariño, cuando te desmayaste caíste por las escaleras y te fracturaste una costilla sin contar unos golpes más leves.
-¡¿Qué?!-pregunté incrédula, no entendía que había pasado.
-Afortunadamente no paso a mayores, no hay contusiones internas solo debemos hacerte un par de exámenes ahora que despertaste y cuando te sientas mejor podrás irte, pero debes guardar mucho reposo-dijo el doctor. Le agradecimos y salió de la habitación dejándome a solas con papá.
-¿Papá cuánto tiempo llevo aquí?
Dio un largo suspiro y respondió
-Casi 2 días-Le vi incrédula.
-Vaya-resoplé- Sí que fue una larga siesta-dije tratando de bromear.
- Tus amigos estuvieron aquí -dijo sonriendo-Grace no quiso apartarse de ti ni un segundo, había una niña que no reconocí llegó con Arthur.
-Ah sí, esa es Lilly-le interrumpí.
-E incluso Rick estuvo aquí.
¿Cómo espera que?
-¿Ah?-respondí sin saber que decir-Que, qué raro-solté al final.
-¿Por qué es raro para ti? Ustedes se quisieron mucho ¿o no? –dijo viéndome como los padres lo hacen cuando saben algún secreto tuyo y no lo has compartido con ellos.
-Bueno sí-respondí vacilante.
-La verdad yo si esperaba verlo, es más fue el primero en llegar.
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SECRETOS PELIGROSOS
Teen FictionDanabeth Root es una chica con muchos secretos y recuerdos que la atormentan pero ha decidido callar, hasta que conoce a Ian Helliwel un chico condenadamente lindo que la exaspera y la enloquece. Un mundo donde todos tienen secretos y el pasado pod...