Capítulo 5

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Lo primero que veo entre el montón de gente es a una chica alta y rubia, seguramente de bote, con ojos marrones y vestida con una minifalda que deja muy poco que desear, una camiseta con un gran escote y un bolso de marca Gucci colgando de su muñeca.

En ella se nota la ira y me percato de que está mirando a una chica más bajita, pelirroja y con ojos azules.

—¡Vuelve a repetir lo que has dicho! —grita la rubia escupiendo sus palabras, que la tiene cogida de la mano y por lo visto le hace daño.

—Suéltame, déjame en paz —habla la pelirroja con voz temblorosa y puedo notar que no sabe qué hacer con la situación.

No me lo puedo creer, la gente no interviene y lo hago yo antes de que la palma de la mano de la rubia aterrice en la mejilla de la pelirroja.

—¡No te atrevas a tocarla! —grito impidiendo que le de la cachetada.

Todas las miradas aterrizan en mi, seguramente asombrados por escuchar a alguien defendiendo a la pobre chica. Si nadie lo iba a hacer lo haría yo.

—¿Y tú quien te crees que eres para decirme lo que tengo que hacer? — pregunta la rubia con cara de asco.

—La misma que te dice que como vuelvas a ponerle una mano encima te vas a enterar —digo muy enfadada, me va a conocer. Siento la adrenalina recorriendo mi cuerpo entero.

—Mira, mejor deja de decir tonterías y vete. Lo digo por tu propio bien así que lárgate de mi vista.

—No quiero, así que suéltala ahora mismo o... —y suena la campaña, interrumpiéndome.

La rubia suelta a la pelirroja de la mano y nos mira a las dos con su misma cara de asco.

—Esto no quedará así, ya veréis —sentencia, lanzándonos dagas con la mirada para alejarse de nosotras con un movimiento de caderas muy exagerado y actuado, y con ella todo el mundo.

Pero antes de irse, el chico moreno que me observaba antes callado me da una mirada rápida y finalmente se va. Ni siquiera me había dado cuenta de que había estado presenciando la escena.

Dejo de observarlo mientras se aleja a paso lento. Hasta su forma de andar es seductora. Ahora veo a la chica pelirroja que tengo delante.

—Hola —me saluda entusiasmadamente. Se ve que es un poco tímida pero muy agradable— Me llamo Allyson.

—Hola, yo soy Iris —me presento regalándole una tierna y sincera sonrisa.

—Muchas gracias por haberme defendido de la perra de Roxana. No me gusta meterme en problemas y mucho menos con gentuza como ella.

—No te preocupes, se lo tenía muy merecido —respondo alzando una mano, restándole importancia. Hago una mueca de desagrado, de veras no soporto a la gente como esa tal Roxana. Parece una Barbie en persona, pero más barata.

—Seguramente si no hubieras aparecido tú nadie hubiera hecho nada. De verdad, no sé cómo agradecerte.

—Yo sí, dime dónde está el aula 25 por favor —le pido ya cansada de buscar.

—¿Hablas en serio? Tenemos la misma clase —cuenta sonriendo exageradamente, enseñando todos sus dientes— ¡Vamos! —me agarra de la muñeca y acelera el paso.

Llegamos hasta el aula correspondiente y abrimos la puerta. Genial, la clase había comenzado y llego tarde a mi primera clase.

—Llegan 5 minutos tarde señoritas —habla una señora de aproximadamente 50 años, muy mal vestida y con cara de amargada. Parece sacada de una película de los 70— Y para ser su primer día no dan muy buena impresión.

—Lo sentimos. No volverá a pasar — contesta Allyson en forma de disculpa y bajando la cabeza. Yo me limito a seguirla cuando empieza a buscar un sitio.

—Más les vale —sentencia la "Sra. Amargada" y retoma la clase, repitiendo lo que había dicho para que Allyson y yo nos enteremos—Como decía, yo soy vuestra tutora Mía y...

Mierda.

Dejo de escuchar lo que dice y me giro hacia Allyson.

—¿Ésta amargada es nuestra tutora?

—Parece ser que sí —responde Allyson soltando una risita.

Entonces la mirada intensa del chico de antes aparece en mi cabeza de nuevo, como una estrella fugaz que desaparece tan velozmente que no puedes pedir un deseo.

—Oye, ¿te pasa algo? —me pregunta ella dándose cuenta de cambio de humor. Ni siquiera sé por qué me he acordado de él.

Le cuento sobre la pequeña pelea que tuve con esos chicos y ella pone una cara de desagrado que no me da confianza.

—Yo te aconsejo que no te acerques a ellos. Sobre todo al moreno, dicen que es muy raro y aparte se muestra muy misterioso. Nunca se le ve con ninguna chica y cabe destacar que está como un queso —dice de forma pervertida y sonrisa burlona. Ruedo los ojos y ella sigue— Es un chico cerrado y no habla con nadie que no sean sus amigos, de todas formas nadie se atreve a hacerlo.

Me quedo procesando toda la información que recibo de golpe. Lo más extraño es que no esté nunca con nadie, con lo fácil que se le haría conseguir una chica sólo con su físico. Y juntándose con amigos como los suyos. Aunque casi prefiero que sea así a que se comporte como el típico mujeriego estúpido. Muchas preguntabas rondan por mi cabeza pero decido olvidarme ya del tema, no es algo que me deba interesar.

ANSEL'S POV

Nos encontramos sentados en la cafetería, en nuestra mesa de siempre. Alan está mirando muy interesado la pantalla de su móvil, seguramente jugando a algún juego absurdo, mientras Nathan y James hablan sobre todas las chicas que se han tirado en las vacaciones verano.

Aunque a veces se comporten como gilipollas integrales, les quiero. Alan fue el que conocí antes, desde los 5 años y con él tengo un poco más de confianza. A James y Nathan los conocemos desde la secundaria y hemos sido muy buenos amigos hasta hoy.

Estoy distraído sumido en mis pensamientos cuando de repente aparece la chica a la que mis amigos insultaron esta mañana.

Ella es muy hermosa, a decir verdad. Me fijo en sus ojos marrones cafés y en su larga trenza hacia un lado que le queda tan bien. Es de tez morena y más bajita que yo.

Cuando me quiero dar cuenta mis amigos ya la están mirando y parece que quieren quedarse con la imagen en la cabeza porque la observan muy intensamente. Hacia su trasero.

—¿Habeis visto cómo la valiente zorrita defendió a la pelirroja de Roxana? —pregunta James con ojos divertidos.

—Esa de valiente no tiene nada, sólo busca fama —contesta Nathan con una mirada de desagrado. Yo sólo les escucho.

—Tenemos que vengarnos de ella por habernos insultado. Nadie en Henley puede hacer eso. Ni siquiera una zorrita tan caliente como ella. Tiene que aprender la lección —sentencia James y ya me estoy imaginando lo que está pensando. Cuando se lo proponen son muy vengativos. Y un tanto idiotas.

—Oye, ¿qué os ha dado con esa chica? La habéis insultado y ella se ha defendido —replico yo con tono lógico.

—¿La estás defendiendo? —pregunta James incrédulo y alza lentamente sus cejas.

—No, sólo no quiero más problemas de los que tengo —digo cortante e indiferente.

—Chicos... se me ha ocurrido una gran idea para vengarnos de la zorrita —habla Nathan con un tono malvado.

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Holaaaaa chicas/os.  ¿qué creéis que pasará o qué se le habrá ocurrido a Nathan para vengarse de Iris? ¡¡Queremos ver vuestros votos y comentarios!! Nos vemos en el siguiente capítulo ♡

Siempre A Tu LadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora