Capítulo 8

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—¡Hey! —Allyson hace acto de presencia cuando cierro mi taquilla. Giro la cabeza hacia donde ella se encuentra y me interrumpe antes de que pueda saludarla de vuelta—¿Cómo está mi querida mejor amiga? —la observo con el ceño levemente fruncido. Su comportamiento es muy raro, estoy temiendo a lo que tenga que decirme.

—Hola Ally. ¿Pasa algo? Estás rara — me adelanto a los acontecimientos.

—¿Rara? ¿Qué pasa que no puedo decirte que te quiero y que eres mi mejor amiga? —ella frunce su ceño para despistarme, pero sé que está fingiendo. Yo sigo mirando su rostro en busca de alguna pista. Cuando se percata, se adelanta a decir algo— Te traje algo —dice sacando algo de su bolso. 

—¿A mi? ¿Qué es? —pregunto curiosa. Ella me enseña un bote de... ¿nutella?— ¿Allyson? ¿Por qué me das un bote de nutella? 

—Porque sé que amas la nutella — contesta muy obvia. Me mira dudosa y sigue hablando— Por cierto... necesito que me hagas un favor.

He aquí la razón por la que me dio el bote. Estaba claro.

—Ya decía yo que estabas demasiado amable... ¿qué necesitas? 

—Es que... —me mira dudando. Está haciendo un movimiento exagerado con las manos y me desespera. Con una seña, le indico que prosiga— Pues mira, este sábado es la boda de mi prima y el pionista está enfermo y no podrá asistir —me observa cautelosamente, casi temiendo mi reacción. Pero sigo sin entender qué tiene que ver eso conmigo— Según me has contado, tocas el piano muy bien y... quería que tocases tú —lo último lo dice muy rápidamente, tanto que cuesta entenderla. Ahora sus ojos tornan un brillo especial, esperando a que acepte.

—Yo... no sé. Nunca he tocado delante de mucha gente —ella me mira con ojos tristes y prosigo sintiéndome culpable— Además, es jueves, ¿cómo quieres que me de tiempo a aprender la partitura?

—Vamos Iris... es una boda. Y mi prima está desesperada por encontrar un pianista, ¿acaso has visto una boda sin música? —me quedo en total silencio sin saber qué decir. En realidad me gustaría ayudarla, pero soy tímida— Por favor. Será como un regalo, ya verás cómo la alegras. A cambio, haré lo que me pidas.

—¿A qué hora es y dónde? —pregunto con voz autoritaria. Allyson sonríe satisfecha; finalmente se ha salido con la suya. Si no acepto seguro que se molestaría, pero lo hago más que nada por su prima. Además sé bien tocar el piano, ¿qué podría pasar?

—Sábado como ya te dije, a las 8 de la tarde. El lugar se encuentra al lado de la playa, pero ya te indicaré la dirección. Iremos juntas en mi coche —asiento comprendiendo— Por cierto, apréndete bien la letra de la canción I'm thinking out loud de Ed Sheeran, ¡será un regalo! —grita alejándose antes de que me pueda oponer. Varios estudiantes voltean a ver, pero los ignoro y me voy a mi siguiente clase.

¿Cantar también? Seguro que muero de la vergüenza, me pongo de los nervios sólo de pensarlo.

Sólo por la prima de Allyson, me repetía a mi misma. 

***

Ya es sábado y los nervios se hacen presentes. Llevo desde el jueves practicando y nada puede salir mal. 

Es una boda. No pienso hacer el ridículo, todo tiene que salir perfecto

Son las 4 pm y empiezo a prepararme. Me doy una ducha fresca para despejarme mientras escucho las canciones de mi reproductor de música. Comúnmente, el tiempo que tardo en ducharme se mide en canciones. Al acabar, me dejo el pelo suelto con tirabuzones cayendo por mis hombros y mi espalda como cascada. Me pongo mi vestido verde agua con diamantes incrustados en la parte superior y con un escote en forma de "v". No es muy corto, me queda cuatro dedos por encima de las rodillas. Sólo quedan los tacones plateados de no mucha plataforma y el maquillaje.

Siempre A Tu LadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora