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-No tengo ganas, de verdad que no -me quejo, mientras gruño con la cabeza pegada a mi almohada.
-A menos que tus planes para hoy sean igual de importantes que tu propia boda, no tienes excusa. ¡Y sabemos que es imposible ya que solo podrías contraer matrimonio con tu cama a este paso! -espeta molesto, tratando de desenredar mi cuerpo de las sábanas-. O no, a lo mejor cierta chica española puede ocupar ese lugar.
-¡Pesado! -le grito con cansancio aunque la verdad es me hace gracia verlo correr huyendo de mi mal humor mañanero.
Me levanto y me estiro, arrastrando los pies por el suelo hacia mi armario a la vez que agarro unos vaqueros y una camiseta sencilla y avanzo por el pasillo mientras me los coloco.
-Qué manera de alegrarme los ojos desde primer momento por la mañana amor mío -habla con voz de mujer, gimiendo y yo solo alcanzo a tirarle mi zapatilla en la cabeza.
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-Me sigue doliendo, maldito rubio agresivo.
Si digo que usa todo el trayecto en coche como oportunidad para quejarse no exagero. Escucho un repaso de un momento que yo mismo viví, este debe ser el número 50, mientras miro por la ventana.
-Me va a explotar el cerebro como sigas quejándote, hermano -le miro con exasperación.
Para el coche, pero antes de bajar me apunta con un dedo.
-Y hago una pausa porque ya llegamos a casa de Matt, y porque no mereces ni escucharme, pero esto no se acaba aquí.
Bajo del coche con mi dedo corazón levantado y hago oídos sordos a sus quejidos.
-Hola Jack -me saludan todos los chicos, que se encuentran en frente de la puerta, esperándonos.
-¿Qué pasa chicos? - saludo levantando la mano y les sonrío.
-Tocamos ya, ¿no? - cuestiona Cameron y los demás le alentamos a que continue.
Pocos segundos después de que el timbre resuene por la casa, la gran cabeza del moreno aparece por la puerta y la sonrisa que aparece en su cara nos resplandece.
-¡No puede ser!
Nos aplasta a todos con sus brazos, dándonos un abrazo, y para colmo todos nosotros estamos igual de emocionados que él.
-Entren, entren.
Todos pasamos a su lado, colocándonos encima de las sillas de la cocina, mirando la casa de arriba a abajo.
-Me gusta tu casa- le dice Hayes, mirando a todos lados cual perro.
-Muchas gracias - ríe Matt, colocándose el pantalón gris de chandal. No tenía camiseta pero entre nosotros ya era normal.
-¿Qué ha habido de ti? Si no venimos a verte casi que no te vemos el pelo eh.
Matt se pasea de un lado a otro, moviendo comida por todos los lados. Está preparando el desayuno.
-Pues he estado haciendo muchísimas cosas, la más importante es un secreto pero lo descubriréis pronto -da un pequeño salto emocionado-. No os lo vais a creer, este año fuera ha sido una pasada. Encima he conocido a gente tan increíble... -sus ojos se pierden en un vacío, pero su sonrisa se ensancha como si se hubiese acordado de el mejor momento de su vida.
-Uf, esa sonrisa... No te habrás enamorado tú, ¿no?
Matt mira a todos riendo y negando con la cabeza, pero sin encontrar palabras para expresarse.
-Ay dios, si hasta Matt está loco de amor ya - Nash pone los ojos en blanco-. Mira Jack, ahora ya tienes a alguien que puede entenderte.
Las pupilas de Matt me encuentran y me miran expectantes.
-No sabía que tuvieses novia.
-Y no la tengo -me encojo de hombros-. No les hagas mucho caso a estos cabezas huecas.
-Ya decía yo, nunca has sido muy serio para esas cosas -aunque sonríe y su tono no es ofensivo, esa frase no me gusta mucho.
Sé que es verdad. Serio es relaciones nunca ha sido parte de mi personalidad, pero aún así la frase se clava en mi pecho, dando vueltas. Debería de estar orgulloso, andar con muchas mujeres, cuantas yo desee sin deberle nada a ninguna. Debería de ir fardando de ello, pero por alguna extraña razón, pensarlo no me causa ninguna gracia.
¿Qué te está pasando Jack?
Los chicos siguen hablando entre ellos mientras mi mente vaga por la ventana, hasta que unos ruidos provenientes de un cuarto cercano me llaman.
-¡Nena! ¡El desayuno ya está hecho!
Me encuentro perdido, y veo que los chicos están en el mismo estado que yo.
-¿Nena? -murmura Gilinsky confundido -. ¿¡Vives con tu novia!?
-Ya os dije que no tenía novia -niega él.
Todos oímos pasos acercándose y miramos hacia la puerta a nuestra derecha que poco a poco se abre.
Ojalá no se hubiera abierto.
La sonrisa de Jack Gilinsky cae buscando mis ojos; y el resto de los chicos están igual de perdidos que nosotros dos.
Un Matt, sin camiseta, se acerca, pasando sus brazos alrededor de los hombros de una chica que viste en pijama, que tiene pinta de ser de hombre.
-Chicos, os presento a ...
-Chloe -termino yo.
Ella me mira al igual que el resto de ellos.
Mierda.

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⏰ Última actualización: Jul 05, 2016 ⏰

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