A través del Muro

Curiosidad (2)

—Con que Cipher —Dipper puso el separador que su hermana le había regalado dentro de el libro y suspiró— ¿Cuál es tu nombre? —Se hizo silencio, el chico del otro lado no respondió, no tenía intenciones de hablar con un completo extraño que estaba ahí por un delito que hasta el momento desconocía —¡Hey! niño, te estoy hablando —El castaño bufó.

—Oiga, me está molestando —Susurró el rubio hacia el guardia (Paul), que se encontraba vigilándolos.

—¡Mentiroso! —se quejó Dipper con el mismo tono con el que un niño hubiera negado que hizo una travesura— Yo solo quería saber tu nombre —suspiró.

—Solo respóndele o estará insistiendo hasta que te hartes, hizo eso conmigo durante 5 días —el guardia suspiró con pesadez, vigilar a ese chico podía ser muy agotador mentalmente, Dipper era esa clase de personas que molestan, confunden y revuelven la mente, o sólo no paran de hablar. Aunque por ratos podía ser muy callado y aislarse en su propio país de las maravillas. Comenzaba a volverse loco ahí solo, tal vez ese nuevo chico le ayudaría a su cordura a regresar.

—Soy Bill.

—Bill Cipher —Dipper se dio todo el lujo de susurrar esas 3 sílabas lo más lento y hermoso que pudo salir de sus labios—. Bonito nombre, Bill. No escucharás jamás mi nombre a menos que el jefe Gideon venga de nuevo gritando hasta acá bajo e insinuando que tengo un cómplice allá afuera todavía, pero puedes llamarme Dipper.

—¿Dipper?

—Sip, digamos que tengo una singular marca de nacimiento en forma de un cucharón, o de osa mayor en la frente, y de ahí viene Dipper, como Big Dipper.

—Mucho gusto, Dipper.

—Mucho gusto, Bill.